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Desesperada, una mujer teme por su vida y pide que su ex quede preso
Es una mujer de 20 años, madre de dos niños de entre dos años y uno, quien desesperada pide que la Justicia encierre a su expareja porque pese a restricciones de acercamiento, el sujeto no las acata y cuando la encuentra la golpea. El caso está judicializado.
Por Ariel Patruceli
Una joven mamá de 20 años pide con desesperación que la Justicia no deje más en libertad a su expareja o al menos hasta que se recupere y deje de acosarla y golpearla porque ella no quiere volver con él. El sujeto, quien ahora está detenido, es un violento según palabras de la denunciante y cada vez que queda libre la busca y vuelve a cometer el mismo hecho de violencia con ella. El caso está siendo investigado por la Justicia, pero no avanza por un pedido oficial que realiza el acusado.
Milagros Reynoso tiene 20 años, es madre de tres hijos, donde el mayor de todos vive con su abuela y los dos más chicos, de 2 años y tres meses y 1 año y cinco meses respectivamente, están con ella y son en común con Jorge Quiroga, de 27 años, con quien está separada desde el mes de diciembre del año 2024, por las constantes golpizas que recibía.
Quiroga es un mendocino que emigró a San Juan desde su provincia, al parecer, para salir de su entorno por un presunto delito de homicidio, según contó a DIARIO HUARPE la mujer.
Quién es el sujeto denunciado
La mujer manifestó que desde que se separó de Quiroga tiene que andar escondiéndose con sus dos hijos para que el sujeto no la encuentre porque cuando lo hace la golpea porque ella no quiere volver con él. El hombre sería consumidor de alcohol y otras sustancias y bajo ese estado pierde el control y la agrede.
Milagros, al igual que su ex pareja, vivía de la venta ambulante y desde que rompió la relación estuvo viviendo en un hotel sin que nadie sepa su ubicación hasta que el sujeto la encontró y la golpeó causándole lesiones visibles que luego fueron aportadas como pruebas en contra de Quiroga, pero igual el agresor fue liberado.
Pasó un tiempo y nuevamente la mujer siguió escondiéndose en otros domicilios, siempre alquilando y con pocos recursos para vivir, ya que nadie de la familia de su ex la ayudan y su familia tampoco está en condiciones de ayudarla y no puede salir a la calle a vender porque corre riesgo de que el hombre la encuentre y vuelva atacarla.
El pasado 12 de mayo, tras ser puesto en libertad tras la última denuncia, Quiroga encontró el lugar de residencia de Milagros en una casa de Chimbas y se hizo presente con un cuchillo en la mano. La mujer estaba cocinando en el fuego cuando llegó el individuo. Ella trató de que no entre a su casa, pero este intentó llevarla por la fuerza.
Milagros se resistió y se sujetó fuerte de un poste en la entrada, mientras gritaba para que algún vecino cercano la auxilie, pero nadie se acercó. El sujeto la ingresó a la casa temiendo ella lo peor, pero “por suerte llegó la Policía porque una vecina llamó” dijo la mujer. El sujeto huyó por el fondo de la casa hacia un descampado y los efectivos policiales no pudieron atraparlo.
Al cabo de unos minutos el agresor regresó y a través de un llamado telefónico preguntó si se había ido la Policía, la mujer le dijo que sí y le preguntó dónde estaba, a lo que al violento contestó a unos metros de tu casa en una esquina y hacia allí se dirigieron los policías contó la víctima. Nuevamente, Quiroga trató de escapar por el descampado, pero esta vez fue atrapado y no encontraron el cuchillo.
El caso fue denunciado en la UFI Cavig, pero luego pasó a Flagrancia desde donde han sido suspendidas en varias ocasiones las audiencias porque el sujeto no tiene abogado defensor y quiere ser defendido por un abogado propio y no por uno oficial, según la denunciante.
Este miércoles 21 de mayo a las 8 d la mañana, Quiroga iba a tener la audiencia en Tribunales y nuevamente se suspendió por falta de abogado defensor. Milagros Reynoso teme que lo dejen en libertad por ser un hecho de Flagrancia y no un caso de violencia de género, por lo que ella lo viene denunciando aunque siempre queda libre, pero por la reincidencia, por la carátula y por no acatar la medida de no acercamiento, Quiroga podría tener una condena más dura, que por un simple hecho de flagrancia.