Detuvieron a dos policías por los disparos a quemarropa a un motociclista en Chimbas

El lunes por la madrugada, un joven de 20 años, oriundo de Chimbas, presentó una denuncia de abuso de autoridad en contra de tres policías motorizados, quienes lo habrían baleado por la espalda, dejándolo con diversas heridas. Este miércoles, tras la radicación de la denuncia, dos de los efectivos fueron detenidos por personal de la UFI Delitos Especiales. El tercero será citado como testigo del caso, ya que no tendría relación directa con la denuncia, según informaron fuentes judiciales a DIARIO HUARPE. 

Los dos policías, identificados como el cabo Alejandro Meza y el cabo primero Andrés Bernal, con cuatro y ocho años en la fuerza aproximadamente, fueron aprehendidos en la base policial de la Motorizada N°1 y ahora se encuentran a disposición de la Justicia, a la espera de la audiencia de control de detención y formalización.

Se cree que será este viernes 21 de marzo de 2025 debido a que hay 72 horas para hacer el acto procesal a partir del arresto y se viene un fin de semana largo, con el lunes feriado. El fiscal del caso, Nicolás Schiattino, pidió que se fije la audiencia porque considera que tiene pruebas concretas para hacer la imputación.

Las detenciones se produjeron el miércoles sobre el mediodía, coordinados por el fiscal Nicolás Schiattino y el fiscal ayudante Ignacio Domínguez de la UFI Delitos Especiales, además participó el comisario a cargo de la brigada policial, Maximiliano Molina. Además de los arrestos, los investigadores secuestraron tres armas largas o escopetas que utilizan los uniformados del centro policial. A estos tres aparatos le harán las pericias para ver si alguno condice con el cartucho del disparo que recibió la víctima. 

Por otra parte, los investigadores también secuestraron las motos, en la que los uniformados circulaban esa noche: un Honda Tornado y una Beta. El joven, quien no tiene antecedentes penales, relató que el incidente ocurrió cuando circulaba en moto. Según su testimonio, los oficiales lo persiguieron sin advertirle que se detuviera, disparándole por la espalda con balas de goma.

La presunta víctima volvía de la casa de su novia y en lateral de Ruta 40 y calle Benavídez sufrió la balacera. Pidió ayuda en la unidad operativa de Centenario, pero no recibió la asistencia que esperaba, ya que los uniformados de aquella sede al verlo que venía toda velocidad en una moto y tenía sangre en la espalada, pensaron que era un prófugo en persecución. El denunciante prefirió ir por ayuda a la casa de su tía, donde sus familiares enfrentaron a estos agentes. 

A pesar de que aún las imágenes secuestradas de las cámaras de seguridad de la zona no fueron del todo analizadas, la fiscalía Delitos Especiales dio con los policías al averiguar que la motorizada ubicada en el barrio Cabot era la que tenía la jurisdicción en Ruta 40 y Benavídez. Luego estableció quiénes eran los oficiales que estaban de turno en el momento del ataque y procedió a detenerlos. Schiattino solicitó secuestrar el libro de guardias para controlar la asistencia de los acusados a su lugar de trabajo. 

El tercer implicado, del que no trascendió su nombre, será llamado para atestiguar sobre lo que sucedió ese noche, es decir, se convierte en un testimonio clave del caso, además del ya dado por la víctima. 

Probablemente, los policías serán trasladados este viernes a Tribunales para la imputación por el delito de lesiones agravado por ser cometido por un funcionario policial. Schiattino evalúa pedir la prisión preventiva para cuidar la producción de la prueba y la declaración de algunos testigos, muchos de la fuerza policial.