Fragancias que pueden crear la identidad de un hogar o un espacio interior

Este martes 20 de mayo, la arquitecta Laura Rocamora  fue protagonista de la sección Yo Construyo, en el programa Yo Te Invito, conducido por Ana Paula Zabala y Alejandro López, y transmitido por Huarpe TV (canal 19.2 de la TDA). En una entrevista rica en detalles, Rocamora abordó el impacto del diseño sensorial, especialmente desde el olfato, en la creación de espacios que no solo se ven bien, sino que también se sienten y se viven.

Rocamora habló sobre Casa FOA, la reconocida muestra de diseño y arquitectura organizada por la Asociación de Oftalmología, donde se exhiben las últimas tendencias en materiales, colores, mobiliarios y formas. "Uno recorre diferentes ambientes y puede apreciar el trabajo de diseñadores que apuestan a una experiencia más profunda", explicó.

Sin embargo, la charla dio un giro revelador al enfocarse en un aspecto a menudo olvidado: el olfato. “Pasamos mucho tiempo en interiores y si esos espacios huelen bien, nos hacen sentir mejor. El diseño de hoy debe ser consciente y multisensorial”, afirmó Rocamora, y agregó: “El olfato es el sentido más emocional, el más conectado a la memoria”.

Identidad sensorial: aromas que comunican

Para Rocamora, el aroma es parte de la identidad de un espacio, así como lo es la textura de los materiales o la música ambiente. “Cuando todo coincide —lo visual, lo táctil, el sonido, el aroma— se genera una experiencia envolvente”, expresó.

La propuesta desde Unoencien, el estudio que integra fragancias al diseño, se basa en realizar una “entrevista sensorial” a los clientes para descubrir su familia olfativa ideal. Así, cada espacio puede contar una historia coherente desde todos los sentidos.

Un ejemplo simple, pero poderoso: una cocina blanca que huele a limón o jengibre. “Ese aroma indica limpieza, frescura, y potencia la percepción del espacio agradable”. Además, relató que los colores también nos van a indicar que aromas poner.

Guía de aromas para cada espacio

La especialista explicó las asociaciones entre sensaciones, familias olfativas y su aplicación ideal. Algunas combinaciones destacadas:

• Cálido: aromas amaderados como sándalo y canela, ideales para livings y espacios de reunión. “Si ponemos este tipo de aromas, nos va a hacer sentir un poquito más cálidos. Es decir un lugar acogedor” relató la arquitecta.
• Fresco: cítricos y hierbas como limón y menta, recomendados para cocinas y oficinas. "Estos colores van a ser colores claros y verdes, que se relaciona con lo liviano", señaló. 
• Lujo: notas orientales y florales blancas, como oud y jazmín, pensadas para vestidores y espacios premium.
• Hecho en casa: pan horneado, lavanda y canela para cocinas y comedores familiares.
• Apasionado: flores intensas y especias para dormitorios íntimos.

Colores claros y verdes indican frescura. (Foto: Archivo)

Un diseño que se vive

“El diseño consciente no es solo visual. Un espacio bien diseñado no solo se ve: se siente, se huele, se vive”, concluyó Rocamora, afirmando que las grandes marcas y hoteles ya aplican estas estrategias sensoriales para reforzar su identidad. 

El futuro del diseño es multisensorial, y según Rocamora, ya comenzó. Crear atmósferas que conecten con las emociones a través del olfato no es una moda: es una forma de hacer que los espacios hablen, se recuerden y, sobre todo, se sientan.