Economía
Las horas frío en San Juan para la uva fueron las mayores en 10 años
El invierno en San Juan provocó que las plantas reciban horas de frío fundamentales para la brotación.
Por Gustavo Bruni
A pocos días de que finalice el invierno en el Hemisferio Sur, los ojos de los especialistas sanjuaninos se posaron en datos que son beneficiosos para la producción de San Juan, en especial para la vid que comenzará a florecer en las próximas semanas y que representa uno de los pilares de la economía local. De acuerdo a datos relevados en la Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Pocito, las horas frío que recibieron las plantas este año son las mayores en la última década.
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La ingeniera agrónoma del INTA, Beatriz Pugliese, en comunicación con DIARIO HUARPE, especificó que hasta el domingo 8 de septiembre se acumularon 1.195 horas frío frente a las 865 que hubo en 2020, 721 en 2021 y 798 en 2022. Este número se alcanzó sumando el tiempo que las plantas estuvieron expuestas a temperaturas inferiores a los 7 grados centígrados en la época invernal.
“Entre 700 y 800 horas frío es lo normal, dependiendo del año. La verdad que el número que hemos alcanzado este año es más que suficiente para la vid, también para los olivos, pistachos, almendras, nogales y fruta de carozo como el damasco. Por ahí alguna variedad de manzana en Calingasta necesitaría un poco más, pero diría que estamos muy bien, es buenísimo el dato de este año”, consideró la investigadora.
En la fisiología de los cultivos, este proceso es fundamental para la floración. Es que durante el invierno las plantas entran en un período de dormancia o reposo que les permite resguardarse de las bajas temperaturas propias de la época. Esta estrategia de la naturaleza, además, es fundamental para el crecimiento de los cultivos cuando empieza el calor y comienzan a recibir agua de regadío.
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“Este año la yema de la vid se empiece a armar para el año que viene, entonces tiene que quedar dormida en invierno para largar los racimos en verano. Estos frutales necesitan entonces juntar horas de frío y si no lo hacen bien, la yema se induce mal, la producción es desigual en tamaño y kilos incluso en una misma finca. Entonces es un mecanismo que necesita del frío, contrario a lo que popularmente podría creerse”, detalló Pugliese.
No obstante, los avatares climáticos de las últimas semanas encendieron las luces de alerta. Si bien después de los días de lluvia y posterior viento Zonda, ocurridos durante la última semana de agosto, no provocaron daños, según dijo a este medio el secretario de Agricultura, Ganadería y Agroindustria, Miguel Moreno, la preocupación es que haya alguna helada en septiembre u octubre, con las plantas en plena floración.
“Estamos actualmente en un momento peligroso porque el calor que viene haciendo los últimos días hizo que explote la floración, pero si viene un Zonda fuerte o una helada podría destruir todo esto. Siempre que hablamos de vid, la brotación se acomoda según la zona, porque no es lo mismo una plantación en Pedernal que en Pocito. Lo que está pasando es que los cultivos ya juntaron las horas de frío, entonces se están despertando y el peligro es mayor”, aportó la ingeniera del INTA.
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Aunque se puede anticipar el ingreso de frentes fríos, poco y nada se puede prever una helada. Pero el escenario está preparado favorablemente para tener una buena cantidad de producción en la próxima temporada.
Consultado por DIARIO HUARPE, el vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Gustavo Samper, también destacó la cantidad de horas frío. Subrayó que la uva de mesa y para pasas como algunas blancas para vinificación como Chardonnay, Chenin y Sauvignon Blanc son las primeras en salir y las que mayor peligro corren ante la caída de una helada tardía o un viento Zonda fuerte.
Dato
El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) anunció en su pronóstico una cosecha de 17.900.000 de quintales de uva, pero finalmente el número de este año fue mayor: 19.000.000 de quintales, lo que superó las expectativas también de los productores, sobre todo porque fueron más de 5.000.000 de quintales más que 2023.