La pobreza en Argentina fue del 52,9% y en San Juan, la mitad de la población es pobre

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) difundió durante este jueves 26 de septiembre la medición de la pobreza en el país para el primer semestre del año. Según el organismo, esta estadística avanzó más de 11 puntos desde el último cálculo (junio a diciembre de 2023) alcanzando así el 52,9% de la población, estas son 24.900.000 personas en el país. En San Juan el número fue menor, de 50,5%, y contempla a 279.874 personas. 

Se trata del primer cómputo del Gobierno de Javier Milei, quien asumió en diciembre del año pasado en el sillón de Rivadavia. El Indec afirmó que la suba significa 11,2 puntos porcentuales respecto del cierre del año pasado, cuando había sido de 41,7% en el momento del cambio de mandato entre el expresidente Alberto Fernández y el actual mandatario libertario. Todavía peor es la comparación interanual. Es que para el primer semestre de 2023, el instituto midió 40,1% de pobres en la Argentina, lo que demuestra un incremento interanual de 12,8 puntos.

La pobreza en San Juan tuvo una suba superior en un año a la media nacional. Las estadísticas del Indec marcaron que en la provincia este índice pasó de 35,8% en el primer semestre de 2023 al 50,5% durante los primeros seis meses de 2024. Estos 14,7% de aumento de pobres en 12 meses significa un aumento por encima de lo que sucedió a nivel país. Así es que en los 170.428 hogares relevados en el Gran San Juan viven 279.874 personas debajo de la línea de pobreza y 81.217 son indigentes en la provincia.

San Juan cerró con 41,6% de pobreza el año pasado, por lo que se nota un ritmo de crecimiento de esta estadística como sucede en el resto del país. Todo así, la provincia tiene índices menores en la región: Gran Mendoza 52,9% y Gran San Luis 53,8%.

Además, existió en este período un empeoramiento de los registros estadísticos respecto de la tasa de indigencia. De acuerdo con el informe del Indec, el 18,1% de la población de todo el país no cubrió las necesidades básicas alimentarias, lo que representa 8.500.000 de personas. En este punto también se observó un incremento de los últimos índices.

En este punto, respecto de un año atrás, 6.200.000 de habitantes se sumaron al universo que con su ingreso no alcanzó a comprar la Canasta Básica Total (CBT) de alimentos y servicios básicos. Y se incrementó en 4.200.000 la población que no llegó a cubrir el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), pese a los planes de asistencia social.

Duro primer semestre

Los primeros seis meses del Gobierno de Javier Milei estuvieron marcados por una fuerte escalada inflacionaria al principio, sobre todo enero y febrero, lo que influyó en la suba de precios de los alimentos a un orden de 4% mensual. La consecuente pérdida del poder adquisitivo de los asalariados completó un cóctel junto al ajuste, la recesión y la baja del consumo. A partir de abril se empezó a desacelerar la inflación, pero no llegó a compensar del todo lo perdido por los sueldos.

Para mitigar los efectos adversos de todo esto, el Gobierno aumentó el monto de la Asignación Universal por Hijo y de la Tarjeta Alimentar por encima del ritmo de la inflación en lo que va del año, pero los números del Indec señalan que fue insuficiente.

Vale agregar que el presidente Milei cumplió una de las promesas de campaña que fue cortar la construcción de obras públicas, a la vez que periódicamente subió el costo de combustibles y servicios. Esto afectó seriamente en las provincias, dato que queda confirmado en el aumento de la pobreza en todas las regiones del país. 

Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 62,9% y Noroeste (NOA), 57%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 49,1% y Pampeana, 49,9%.

La palabra del vocero presidencial

Horas antes de conocerse el dato oficial, el vocero presidencial, Manuel Adorni, comentó en rueda de prensa que el Gobierno recibió “una herencia desastrosa, de las peores de la historia argentina”. 

“Si no se evitaba la hiperinflación, la pobreza se hubiese llevado de 40% a cerca del 95% de la población. Nos dejaron al borde de ser un país con prácticamente todos los habitantes pobres”, enfatizó el portavoz oficial, que pidió “terminar con la retórica de los hipócritas, que cuando gobiernan ellos encuentra las mil y una excusas para no cumplir lo que prometen, y cuando son oposición le exigen al gobierno resolver los problemas que ellos no sólo generaron, sino que no resolvieron en los últimos 16 años”.

“Este plan de estabilización incluyó un apoyo directo a los sectores más vulnerables porque la AUH se aumentó un 308% y la Tarjeta Alimentar un 138%, por lo que ahora cubre el 86% de la canasta básica, mientras que cuando asumimos cubría el 49%. Se eliminaron los intermediarios para que ningún amigo de la política se quede con la comida de los pobres. Y logramos que dejen de extorsionarlos con asistir a una marcha, incluso con niños”, concluyó.

Desocupación

Días atrás el Indec también publicó el informe de desocupación para el segundo trimestre del año, que indicó que 7,6% de las personas no posee trabajo. Esta situación alcanza a 1.625.000 habitantes. El número es 336.000 personas más en la comparación interanual. En cuanto a los empleados registrados, suman 13.292.000, mientras que el empleo en negro creció a 7.400.000 personas en el total país. La falta de empleo es, sin dudas, otro factor que conduce al aumento de la pobreza y la indigencia.