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Todo lo que hay que saber para estar protegidos de la trata de personas
La periodista Ana Inés Cabral alertó sobre los nuevos métodos de captación, centrados en redes sociales y ofertas engañosas. La falta de conciencia por parte de las víctimas agrava el avance del delito.
POR REDACCIÓN
La trata de personas continúa siendo una de las violaciones más graves a los derechos humanos, y en los últimos años ha adoptado nuevas formas de captación que dificultan su detección temprana. Así lo señaló la periodista Ana Inés Cabral, especialista en el tema, al analizar la evolución de este delito federal en Argentina y la región.
En diálogo con Noticias Argentinas, Cabral explicó que la trata involucra una serie de acciones sistemáticas como el ofrecimiento, captación, traslado, acogida o recepción de personas con fines de explotación, ya sea sexual o laboral. “Es un delito que no es estático, se adapta todo el tiempo y una de las nuevas formas puede ser incluso a través de sectas”, advirtió.
El caso reciente de una secta rusa desarticulada en Bariloche reavivó el debate sobre estas redes delictivas que actúan bajo nuevas estrategias de manipulación y abuso. Según la periodista, las redes sociales son hoy el canal más utilizado para captar víctimas, reemplazando a los métodos tradicionales como los avisos clasificados en medios impresos. “Hoy por hoy, las falsas ofertas laborales suelen difundirse por Instagram, Facebook o incluso plataformas de mensajería”, detalló.
Los datos oficiales refuerzan esta tendencia. De acuerdo con el último informe de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), en 2023 se registraron 846 casos de explotación sexual y 468 de explotación laboral. También se reportaron 180 denuncias vinculadas a captaciones mediante falsas ofertas de trabajo y 135 desapariciones relacionadas con posibles situaciones de trata.
PROTEX destaca que las mujeres y menores siguen siendo las principales víctimas, y que la explotación sexual ha mantenido una prevalencia estable desde 2015. La explotación laboral, por su parte, ha crecido sostenidamente desde 2019.
Cabral remarcó que los contextos de crisis económica suelen favorecer la proliferación de ofertas fraudulentas. “Las promesas de empleo en dólares o euros, con beneficios tentadores, son típicos anzuelos que se aprovechan de la desesperación”, explicó.
Uno de los aspectos más complejos del delito, según la especialista, es que muchas víctimas no se reconocen como tales, especialmente en las primeras etapas. “No se trata de personas que gritan por ayuda. A veces están convencidas de que están siguiendo una oportunidad legítima o no pueden ver la manipulación que hay detrás”, señaló.
Además, advirtió sobre los estereotipos que distorsionan la percepción del delito. “Existe la idea de que todas las víctimas son personas en extrema pobreza o sin recursos, pero también hay casos de personas sin redes familiares o afectivas, lo que las hace más vulnerables”, agregó.
Frente a este panorama, Cabral insistió en la necesidad de fortalecer la comunicación pública y los mecanismos de prevención. “Hablar del tema de forma clara y responsable es clave para sensibilizar, detectar señales y evitar que más personas caigan en estas redes”, concluyó.
Fuente; Cadena 3