Economía > Futuro incierto
Crisis en el sector tomatero: pérdida de producción y empleos en riesgo
Productores de San Juan advierten sobre el impacto de la importación de pasta de tomate y los elevados costos de producción. La industria enfrenta un escenario incierto.
Por Yanina Paez
El sector tomatero de San Juan atraviesa una crisis profunda debido a la combinación de altos costos de producción, la importación de pasta de tomate y una caída en la demanda. Según advirtió Gustavo Iranzo, presidente de la Cámara de Producción, Empaque y Comercio Frutihortícola de San Juan, el futuro del sector está en peligro, con una reducción o hasta la posible desaparición de la producción local el próximo año.
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“Estamos tristes y cansados porque no podemos ver el futuro”, indicó con preocupación el referente del sector.
En detalle, Iranzo explicó: “El problema que estamos padeciendo de una forma abismal es en el tomate. Con estas nuevas políticas están importando pasta y eso afecta a la producción local. La industria prefiere traer la pasta de Chile o China porque cuesta mucho menos”.
Los productores están en una situación desesperante. Se estima que este año se perderá un 30% de la producción, ya que ni siquiera será cosechada por falta de compradores. Esta situación pone en riesgo cientos de puestos de trabajo, ya que la industria tomatera genera una gran demanda de mano de obra para la cosecha.
El principal problema que enfrenta el sector es la falta de competitividad frente a otros países. Iranzo explicó que el costo de producción en Argentina es mucho más alto que en Brasil o Chile, lo que deja en desventaja a los productores locales frente a la importación. “El industrial que tiene una fábrica de conservas y de pasta de tomate necesita rentabilidad. Si le resulta más barato importar que comprarle al productor sanjuanino, entonces lo hace. Hoy, la pasta importada es un 20% más barata que la local”, explicó el dirigente.
Desde la Cámara de Producción, Empaque y Comercio Frutihortícola alertaron que este problema no se debe a factores climáticos ni a una mala cosecha, sino a decisiones económicas que afectan al sector. “Para el granizo, los calores o un año malo de precios estamos preparados. Pero ahora enfrentamos un problema a largo plazo. Si este año sembré 20 hectáreas, el próximo solo podré hacer cinco o ninguna. Y eso significa más pérdida de empleos”, sostuvo Iranzo.
El panorama se agrava con el alto costo de la energía. Según denuncian los productores, las facturas de luz alcanzan entre dos y tres millones de pesos, de los cuales 400 mil corresponden solo a impuestos municipales. “Nos están matando con los impuestos. No podemos seguir financiándonos en estas condiciones”, lamentó el dirigente.
Dato
San Juan posee alrededor de 3.000 hectáreas cultivadas de tomate. Esto la convierte en una de las principales productoras de tomate para la industria en el país.
Reuniones urgentes
En un intento por encontrar soluciones, productores sanjuaninos mantuvieron una reunión con el Ministro de Producción, Innovación y Trabajo que estuvo acompañado del Secretario de Agricultura en la jornada del martes. Sin embargo, reconocen que la crisis responde a políticas económicas nacionales y que desde el gobierno provincial no hay margen para revertir la situación.
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Ante este panorama, los productores tomateros planean reunirse con sus pares mendocinos, donde la crisis es aún más grave. Según estimaciones, en Mendoza las pérdidas alcanzarán el 70% de la producción, lo que profundiza el impacto en la industria a nivel regional.