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Cruce entre fiscalía y defensa sobre el final del juicio contra Luciana Bustos
En el cierre del juicio por el asesinato del profesor Marcelo Amarfil en medio de un juego sexual en 9 de Julio, la defensa de la investigadora del Conicet, Luciana Bustos, denunció abuso y pidió la nulidad del proceso, mientras la fiscalía sostuvo que se trató de un crimen planificado.
POR REDACCIÓN
El juicio contra Luciana Bustos, la investigadora del Conicet acusada de asesinar a cuchillazos a su amigo y colega Marcelo José Amarfil mientras tenían un juego sexual en el interior de un auto en Las Chacritas, departamento 9 de Julio, entró en su etapa final con alegatos marcados por acusaciones cruzadas entre la defensa y la fiscalía.
La primera en tomar la palabra fue la abogada Fabiana Salinas, quien junto a su colega Néstor Olivera, ratificó la inocencia de Bustos. “Hay un fallecido y una víctima, que es Luciana Bustos. Ella muestra arrepentimiento y hace un año y cuatro meses que está detenida. Lamenta profundamente lo sucedido, pero también lamenta cómo le falló su amigo”, sostuvo la defensora. Salinas denunció que Bustos fue “abordada y abusada por su amigo y su hermano” durante un encuentro que calificó como no consentido.
Uno de los puntos más controversiales del alegato defensivo fue la explicación sobre las heridas de Amarfil: según los abogados, fueron autoinfligidas. Además, hicieron foco en una pericia biológica que detectó semen en el cuerpo de la imputada, lo cual —según su interpretación— constituye una prueba de abuso sexual. Por estas razones, solicitaron la nulidad del juicio, alegando que algunas pericias se realizaron sin la presencia de la defensa, pedido que fue rechazado por el tribunal integrado por los jueces Gerardo Fernández Caussi, Guillermo Adárvez y Matías Parrón.
Por su parte, el fiscal Francisco Pizarro fue contundente al asegurar que “se probó durante el juicio que fue un crimen con un móvil claro: Luciana Bustos quería ocultar la doble vida que mantenía con Amarfil”. Según el Ministerio Público Fiscal, el vínculo entre ambos iba más allá de una simple amistad y se desarrollaba en paralelo a sus respectivas parejas formales.
Pizarro también desacreditó la versión de un supuesto abuso sexual, afirmando que “no se halló rastro de semen en ninguna parte de la víctima ni en el auto”, y que lo encontrado era “producto de una relación sexual consentida, con ADN correspondiente tanto a Bustos como a Amarfil”. Además, destacó que Bustos había buscado cloroformo y mandado a afilar el cuchillo un día antes del hecho, lo que, para la fiscalía, demuestra planificación. Los cortes en el cuerpo de Amarfil —seis en total— fueron atribuidos a Bustos por peritos de renombre en San Juan.
Después de la declaración de Bustos, realizada frente al tribunal, este viernes 23 de mayo, el juicio concluye con un escenario dividido entre dos versiones opuestas: una mujer víctima de abuso frente a una homicida que actuó para encubrir una relación paralela. El tribunal deberá resolver este lunes 26 de mayo de 2025 si la mujer es culpable o inocente. La condena que podría recibir es de prisión perpetua.