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El papa Francisco será sepultado con sus zapatos usados y en un ataúd sencillo
El papa Francisco será sepultado en la Basílica de San Pedro con un calzado que utilizaba habitualmente. La ceremonia siguió un antiguo protocolo del Vaticano.
POR REDACCIÓN
Este viernes 25 de abril por la tarde se realizó el cierre del féretro del papa Francisco en la Basílica de San Pedro, tras tres jornadas de velatorio público. La ceremonia, de carácter reservado, fue presidida por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, y marcó el inicio de los actos funerarios oficiales. Uno de los aspectos que llamó la atención fue que el pontífice fue enterrado con sus zapatos usados, en línea con su perfil austero.
El féretro fue confeccionado en madera simple y sellado según el protocolo tradicional. Durante el rito, se colocó un velo blanco sobre el rostro del pontífice y se introdujeron en el interior del ataúd una serie de elementos simbólicos: medallas acuñadas durante su pontificado, algunas monedas y el llamado rogito, un documento redactado en latín que resume los principales hitos de su vida y de su labor como líder de la Iglesia.
“El documento recuerda su sencillez, su atención por los descartados de la sociedad, su compromiso con el medio ambiente y su enfrentamiento a los casos de abuso dentro del clero”, fue parte de lo que se leyó durante el acto litúrgico.
Posteriormente, el ataúd fue cerrado con una cubierta interna de zinc, sobre la cual se colocaron una cruz, su escudo y una placa con sus datos personales. Luego, se selló el cajón exterior de madera, con las marcas oficiales del Vaticano, incluidas las del Camarlengo y la Prefectura de la Casa Pontificia.
El cuerpo del papa será velado hasta la mañana del sábado por frailes del capítulo de San Pedro. Después de la misa exequial, su féretro será trasladado en cortejo solemne por las calles de Roma hasta la Basílica de Santa María La Mayor. Allí será sepultado, cumpliendo su deseo personal de descansar en ese lugar por su especial devoción a la imagen mariana Salus Populi Romani.
La ceremonia reunió a delegaciones de 130 países y organismos internacionales, y se transmitirá a través de pantallas instaladas en distintos puntos de la ciudad, dada la alta presencia de fieles.