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Entre 2010 y 2023, Groenlandia perdió 2.347 kilómetros cúbicos de su masa de hielo
Los satélites CryoSat-2 y ICESat-2, de la ESA y la NASA, han proporcionado datos cruciales sobre el deshielo de Groenlandia, un fenómeno que no solo afecta al Ártico, sino que tiene repercusiones globales, elevando el nivel del mar y alterando patrones meteorológicos.
Recientemente, los satélites CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) y ICESat-2 de la NASA han enviado la primera imagen conjunta que documenta el derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia. Este estudio, realizado por la Universidad de Northumbria (Reino Unido), es un hito en la vigilancia del cambio climático, ya que proporciona datos detallados sobre el adelgazamiento de la capa de hielo, un fenómeno que no solo amenaza al Ártico, sino que tiene repercusiones directas en todo el planeta.
El deshielo de Groenlandia: un problema urgente
Entre 2010 y 2023, Groenlandia perdió 2.347 kilómetros cúbicos de su masa de hielo, una cantidad suficiente para llenar el Lago Victoria, uno de los cuerpos de agua dulce más grandes del mundo. Este cambio, que se ha acelerado en los últimos años, es particularmente alarmante en los periodos de 2012 y 2019, cuando las temperaturas estivales extremadamente altas provocaron una pérdida de más de 400 kilómetros cúbicos de hielo anuales.
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La pérdida de masa: implicaciones globales
Los datos del estudio indican que en los últimos 13 años la capa de hielo de Groenlandia se redujo en promedio 1,2 metros de grosor. En algunas zonas, como Sermeq Kujalleq (centro-oeste) y Zachariae Isstrøm (noreste), el adelgazamiento alcanzó los 67 y 75 metros, respectivamente. Este fenómeno no es solo una preocupación para la región ártica, sino que está directamente vinculado con el aumento del nivel del mar, uno de los mayores riesgos globales del cambio climático.
La pérdida de masa de la capa de hielo en Groenlandia es uno de los principales contribuyentes al aumento del nivel del mar, un proceso acelerado por el calentamiento global. De hecho, Groenlandia es el segundo mayor contribuyente a la subida del nivel del mar, solo por detrás de la expansión térmica del agua, que también está vinculada al cambio climático.
Impacto en la circulación oceánica y los ecosistemas
El deshielo de Groenlandia no solo incrementa el nivel del mar, sino que también altera la circulación oceánica mundial y los patrones meteorológicos, lo que puede tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas y las comunidades humanas en todo el mundo.
Según Nitin Ravinder, autor principal del estudio, la información proporcionada por los satélites CryoSat-2 e ICESat-2 es clave para mejorar las estimaciones sobre el volumen de hielo y los cambios en su masa.
"Estos datos son de gran utilidad para la comunidad científica y los responsables políticos, ya que el derretimiento de la capa de hielo está estrechamente relacionado con el aumento del nivel del mar", afirmó Ravinder, destacando la importancia de contar con datos precisos y actualizados.
Un desafío político y económico global
La pérdida de masa en Groenlandia es una señal de alerta ante una catástrofe climática en curso. A pesar de contar con estos datos científicos detallados, la comunidad internacional sigue enfrentando una gran brecha en cuanto a la voluntad política de actuar. Las cumbres climáticas, en su mayoría, se quedan en discursos vacíos, mientras que los intereses económicos de la industria de los combustibles fósiles siguen dominando la agenda global.
El impacto de este derretimiento es particularmente evidente en los glaciares de desagüe, que vierten directamente el hielo derretido al océano. Este proceso amplifica los riesgos de inundaciones en las zonas costeras, afectando a millones de personas que viven en áreas vulnerables. Sin embargo, mientras los países más responsables de las emisiones históricas siguen sin tomar medidas efectivas, los países más vulnerables, que ya enfrentan estos peligros, carecen del financiamiento necesario para adaptarse.
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Una sentencia, no una advertencia
El derretimiento de Groenlandia es ya una realidad innegable. Los datos están disponibles, pero la humanidad aún carece de la voluntad de actuar con la urgencia que la situación exige. El deshielo de Groenlandia no es solo una advertencia, sino una sentencia que nos indica que el cambio climático es irreversible si no se toman medidas inmediatas y significativas.