Judiciales > Resolución
Estafa a dueños de servicios de lunch de San Juan: cuatro condenados, uno a la cárcel
La Justicia de San Juan condenó a los cuatro integrantes de la banda que se dedicaba a estafar a empresarios de servicios de lunch. Solo uno de los castigados irá a prisión.
Por Germán González
Este miércoles 25 de septiembre de 2024, condenaron a los cuatro integrantes de la banda que se dedicaba a estafar a empresarios de servicios de lunch y de juegos de San Juan. Solo uno de los sentenciados irá a la cárcel, ya que se le acumuló una causa por amenazas. Dos de los condenados fueron atrapados hace unas semanas. Estuvieron prófugos desde mayo, según indicaron fuentes judiciales a DIARIO HUARPE.
Se trata de una familia, que llegó a un acuerdo de juicio abreviado. Su modus operandi era llamar y pedir un servicio de lunch o de juegos, con motivo de un falso festejo o evento; por ejemplo, solicitaba unas 50 sillas, un freezer o un castillo inflable, y pedía que le lleven el pedido a una zona del barrio CGT de Chimbas, en calle Oro, entre Necochea y Obrero Argentino, y una vez que tenía los bienes, los vendía a otras personas a bajo precio y se desaparecía del lugar, dejando a sus víctimas sin el pago del servicio y sin sus pertenencias, según la investigación fiscal. De esta forma, llegaron a estafar a 13 víctimas.
El hombre que irá preso es Fernando Alberto Caballero. El juez Maximiliano Barbera lo condenó a la pena de cinco años de cárcel por estafas reiteradas y amenazas a una de sus víctimas. Los otros condenados son su madre, Yésica Ester Caballero, su novia, Ayelén Tatian Tobal, y un conocido, de profesión remisero, Julio Ricardo Merenda, quienes fueron castigados con tres años de prisión condicional. Caballero seguirá detenido en el Servicio Penitenciario Provincial, mientras que el resto recuperará su libertad y deberán cumplir una serie de reglas de conductas.
Tobal y Merenda fueron los últimos en caer detenidos, según informaron fuentes judiciales de la UFI Delitos Informáticos y Estafas. Estuvieron prófugos por cuatro meses, desde que se inició la investigación por una catarata de denuncias.
Las víctimas no pudieron recuperar casi nada de sus bienes. La unidad fiscal solo pudo encontrar después de siete allanamientos unas 50 sillas y un freezer.