Fumata blanca: qué significa y cómo anuncia al mundo la elección de un nuevo Papa

Cada vez que se reúne un cónclave para elegir un nuevo Papa, todas las miradas del mundo se dirigen a una pequeña chimenea del Vaticano. Desde allí, la fumata blanca, una nube de humo blanco, anuncia que los cardenales han llegado a un acuerdo y que el nuevo líder de la Iglesia Católica ha sido elegido. Se trata de una de las señales más emblemáticas y solemnes del catolicismo, con siglos de historia y un profundo valor simbólico.

El próximo cónclave, convocado para el 7 de mayo de 2025, buscará designar al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. Según confirmó el portavoz del Vaticano, los cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina, cerrada ya al público por disposición del Museo Vaticano. La ceremonia se desarrollará en el Palacio Apostólico, precedida por una misa solemne en la Basílica de San Pedro.

Allí, los cardenales menores de 80 años, únicos con derecho a voto, se encerrarán en completo aislamiento del mundo exterior para iniciar un proceso secreto de deliberación que puede durar días.

Fumata blanca y fumata negra: señales opuestas con una misma estufa

Durante el cónclave, el humo que sale de la chimenea del Vaticano se convierte en el lenguaje visual de todo el proceso. El ritual es simple, pero efectivo: después de cada ronda de votaciones, las papeletas son quemadas en una estufa especialmente acondicionada.

Cuando no hay consenso entre los electores, se añade una mezcla que genera fumata negra, indicando que el proceso continúa. Esta señal ha aparecido múltiples veces en la historia, y genera suspenso en la Plaza San Pedro.

En cambio, cuando finalmente los cardenales logran elegir al nuevo pontífice con una mayoría de dos tercios, las papeletas se queman junto con sustancias químicas que generan humo blanco, la famosa fumata blanca. Esta nube, fácilmente visible sobre los tejados del Vaticano, anuncia al mundo que hay Papa. Desde 2005, se emplean compuestos especiales para garantizar una distinción clara entre ambos colores, luego de que una fumata gris en 1958 causara confusión y celebraciones prematuras.

Tradición, tecnología y expectativa global

La elección papal es uno de los eventos religiosos más seguidos a nivel global. Más allá de su dimensión espiritual, la fumata blanca se ha convertido en un símbolo que trasciende lo religioso, capturando la atención de fieles y no creyentes por igual. Las imágenes del humo emergiendo desde la Capilla Sixtina se transmiten en directo a todo el mundo, mientras millones esperan ansiosos la presentación del nuevo pontífice.

Con el inicio del cónclave 2025 a la vuelta de la esquina, el mundo entero se prepara para volver a mirar hacia el cielo del Vaticano. Porque cuando la chimenea se tiñe de blanco, no solo se elige a un nuevo Papa: se abre un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.