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Joven de San Juan necesita un nuevo corazón, pero el traslado a Córdoba está demorado
Gerónimo fue diagnosticado hace tres meses con una miocarditis y necesita un nuevo corazón para vivir. Para ello debe viajar de San Juan a Córdoba, lo cual espera desde hace días.
POR REDACCIÓN
Gerónimo Arruda tiene 18 años. Es egresado del Colegio Central Universitario (CCU) y estudiante de la Licenciatura en Administración de Empresas. Pero de un día para el otro, su normalidad se esfumó: hace tres meses fue diagnosticado de miocarditis y desde hace semanas está internado en la Unidad Coronaria del Hospital Doctor Guillermo Rawson. La única cura para la enfermedad es un trasplante de corazón, que se debe llevar adelante en el Hospital Italiano de Córdoba. Además de las complicaciones que conlleva este tipo de intervención, el joven lleva días esperando un traslado desde San Juan a la provincia del centro del país, el cual está demorado por problemas burocráticos entre la obra social y el nosocomio.
DIARIO HUARPE dialogó con Adriana Bordón, la mamá de Gerónimo. Según comentó, “todo estaba listo” para que el traslado se diera el viernes pasado. Pero la Obra Social Electricistas Navales (OSEN), cuyo prestador local es ConSalud, viene posponiendo el viaje desde entonces. La situación es delicadísima, puesto que el joven necesita estar en el Hospital Italiano con urgencia, dado que es allí donde se realizan los exámenes de compatibilidad para, recién, ponerlo en lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
“Gerónimo no vuelve a San Juan. Se tiene que quedar allá, vuelve operado o su corazón no va a resistir”, dijo Adriana, con mucho dolor.
Conforme le indicaron desde la prestadora de salud, lo que demora el traslado es que el Hospital Italiano no manda el presupuesto que conlleva realizar la operación, debido a que no tienen convenio entre sí. Pero algo no cuadra: ¿por qué la obra social aceptó hacer la operación en Córdoba cuando no tenía trato con el nosocomio?
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Es una pregunta que aún no tiene respuestas. Lo cierto es que mientras desde la obra social patean la pelota, Gerónimo necesita con urgencia estar en Córdoba, haciéndose los exámenes correspondientes para recibir un nuevo corazón. El suyo, en tanto, soporta lo que puede: la medicación, las máquinas, la internación que lleva meses.
Una enfermedad compleja
A Gerónimo empezó a faltarle el aire. De guardia en guardia, le dijeron que tenía una enfermedad en los bronquios y lo medicaron con antibióticos. Pero el fármaco era tan fuerte, que le hizo mal a la panza.
Allí, sus padres lo llevaron a un médico clínico que detectó que tenía una gran taquicardia. Urgente, fueron a un cardiólogo que les dijo lo impensado: tenía un agrandamiento en el miocardio. Presuntamente, la situación se desencadenó por un virus de gripe que se alojó en el corazón.
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“Me dijeron que con medicación iba a andar, pero el tema es que la medicación baja mucho la presión y al ser muy joven se le baja más. El corazón no bombea sangre al resto de los órganos, que terminan fallando”, explicó la madre.
Con la medicación que no funciona y los órganos que fallan, la situación de salud de Gerónimo pende de algo tan simple y tan complejo, como recibir un nuevo corazón.