La dura batalla de Lanata por su salud: trasplantado e internaciones

Jorge Lanata, el periodista y conductor de "Periodismo para Todos", ha librado una larga y dolorosa batalla por su salud, que comenzó hace varias décadas. Sin embargo, en los últimos 199 días de su vida, su lucha alcanzó un nivel de incertidumbre y deterioro que, a pesar de breves períodos de aparente mejoría, terminó con el desenlace mortal esta tarde. El 14 de junio, Lanata ingresó al Hospital Italiano de Buenos Aires para un estudio programado, sin saber que esa sería la puerta de entrada a un extenso período de hospitalización que lo mantendría en cuidados intensivos.

Durante su internación en el Hospital Italiano, Lanata enfrentó múltiples complicaciones. Un infarto leve y una descompensación durante una tomografía pulmonar obligaron su internación en terapia intensiva, donde su vida estuvo en riesgo constante. Aunque ya había atravesado etapas de hospitalización en los últimos años, como la insuficiencia respiratoria que lo llevó a la Fundación Favaloro en abril, la situación empeoró rápidamente. A partir de ese momento, su salud se vio afectada por infecciones, trombosis venosa profunda y la necesidad de varias intervenciones quirúrgicas, algunas de ellas en un lapso de solo siete días.

A pesar de los graves problemas médicos, Lanata nunca perdió su garra. Los médicos y su familia pensaron que podría iniciar una rehabilitación en una clínica especializada, lo que llevó a su traslado al centro de neurorehabilitación Santa Catalina en septiembre. Sin embargo, la salud del periodista continuó siendo inestable. Una neumonía en ese mismo mes lo obligó a regresar de urgencia al Hospital Italiano, donde fue estabilizado con antibióticos y otros tratamientos. Los días de internación se sucedieron, y con cada recaída, el periodista luchaba por su vida con una tenacidad que impresionaba a todos los que lo rodeaban.

En noviembre, la situación se complicó aún más, con el descubrimiento de líquido en la cavidad peritoneal y un nuevo episodio febril que impidió su traslado a Santa Catalina. En este último mes, Lanata fue intervenido nuevamente para colocarse un botón gástrico, pero la salud de su cuerpo ya estaba muy deteriorada. A pesar de la ayuda de la ventilación mecánica nocturna y la rehabilitación motora, los médicos no pudieron evitar el desenlace. Con cada recaída y cirugía, el periodista demostraba su amor por la vida y su pasión por el trabajo, manteniendo siempre la esperanza.

La salud de Lanata ya había sido un tema recurrente en su vida. En 2015, el periodista se sometió a un histórico trasplante renal cruzado, una operación inédita en América Latina, que marcó un hito en la medicina. Su insuficiencia renal, derivada de años de diabetes tipo 2 y obesidad, lo obligó a someterse a diálisis antes de poder recibir un riñón de una donante altruista. Ese trasplante le dio una nueva oportunidad de vida, pero las complicaciones relacionadas con su salud siguieron acechando a lo largo de los años. Con problemas respiratorios, neumonías recurrentes y una cirugía por isquemia intestinal en 2018, Lanata había hecho de la lucha por su bienestar una constante en su vida. Sin embargo, hoy, tras casi 200 días de sufrimiento, su lucha ha llegado a su fin.