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La Niña llegó con pronósticos de menos lluvias hasta el otoño del 2025
El climatólogo Germán Poblete analizó cómo afectará a San Juan el fenómeno climático que recién comienza, conocido como La Niña, y cuál será el departamento más complicado.
El fenómeno climático de La Niña, que estaba pronosticado para julio y agosto, comenzó a manifestarse ahora en septiembre, trayendo consigo una serie de complicaciones para varias regiones de Argentina, incluida la provincia de San Juan. En diálogo con DIARIO HUARPE, el climatólogo Germán Poblete, explicó cómo el fenómeno climático que afecta las precipitaciones y las temperaturas en diversas regiones del mundo, impactará en la provincia y qué zona será la más afectada.
"La llegada tardía de La Niña tuvo su lado positivo al permitir más precipitaciones de nieve en la cordillera", señaló Poblete, refiriéndose a las reservas hídricas que se generan a partir del deshielo. Sin embargo, el especialista alertó que su impacto en la temporada de lluvias es motivo de preocupación: "El problema es que ahora entra justo el período de lluvias en zonas dependientes de ellas, como son la Mesopotamia y las Sierras Pampeanas, donde se encuentra, por ejemplo, Valle Fértil, el único de los departamentos de San Juan que depende de este ciclo hidrológico para tener agua".
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Atentos con Valle Fértil
La preocupación por la escasez de lluvias no es nueva para los habitantes de Valle Fértil, quienes han visto cómo sus campos se deterioran a lo largo de los años debido a la falta de agua. La dependencia de este departamento del ciclo hidrológico de lluvias lo coloca en una posición particularmente sensible frente al fenómeno de La Niña. Porque sin lluvias, la situación podría empeorar significativamente, afectando tanto a los pobladores, a los productores rurales, como a sus ecosistemas, que son únicos en la provincia.
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Vale recordar que en los últimos años la sequía, producto de la escasez de lluvias en el departamento del Este sanjuanino, ha provocado graves problemas en el suministro de agua potable para la población, una situación crítica en el sector agricultor, quienes han salido a denunciar una alta mortandad de animales y la reducción de tierras cultivables, y la proliferación de incendios en distintos sectores.
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Hasta el otoño
En cuanto a la duración del fenómeno climático, Poblete explicó que La Niña puede instalarse por períodos que varían entre uno y tres años, como sucedió entre 2020 y 2022. Sin embargo, en este caso, estima que la actual manifestación podría extenderse hasta febrero de 2025, con un 80% de probabilidad de que esté plenamente instalada durante los meses de verano:
"A medida que avance la primavera y el verano, La Niña se irá asentando más y más, hasta que afloje en el otoño del año que viene", aseveró.
El experto concluyó señalando que, si bien esta manifestación de La Niña no parece que vaya a durar tanto como la anterior, que afectó al país por tres años consecutivos, su impacto a corto plazo será severo.
"Para marzo o abril, La Niña probablemente volverá a un estado neutro, pero para entonces las secuelas de la sequía habrán dejado su marca en las regiones dependientes de las lluvias".
Este escenario de extrema sequía plantea un desafío importante no solo para las poblaciones y los agricultores, sino también para las autoridades locales, que deberán gestionar el acceso al agua, la protección de los ecosistemas y la prevención y control del fuego.
El fenómeno de La Niña es un recordatorio constante de la imprevisibilidad del clima y de la necesidad de contar con infraestructura adecuada para monitorear y mitigar sus efectos, especialmente en regiones como Valle Fértil, que dependen exclusivamente de las lluvias para su abastecimiento hídrico.
A nivel país
Según Poblete, la situación es particularmente crítica en zonas como la Mesopotamia y las Sierras Pampeanas, donde la falta de lluvias agravará aún más la situación de los campos, que hoy inclusive, están sufriendo las consecuencias de los incendios, como es el caso de Córdoba. Y fue claro al afirmar que hasta marzo de 2025, estas áreas atravesarán un periodo de sequía pronunciada, con tormentas violentas que no serán suficientes para compensar la escasez de agua.
"Con el fenómeno climático ya instalado y extendiéndose por lo menos hasta marzo de 2025, la región recibirá menos lluvias", dijo. "Van a aparecer tormentas cada tanto, con violencia, y luego habrá largos períodos de sequía". Luego aseveró: "Calculamos que habrá un 50% menos de lluvias de lo que es normal".