Las hijas de Alberto Nisman hablaron por primera vez: "Nunca dudamos del asesinato"

A días de cumplirse el 10° aniversario de la muerte de Alberto Nisman, sus hijas Iara de 25 y Kala de 18 años, brindaron su primera entrevista sobre el trágico suceso. En diálogo con Diego Leuco en el programa "Resumido" de Luzu TV, las jóvenes compartieron sus recuerdos sobre los días previos a la muerte del fiscal y su opinión sobre la investigación que sigue rodeando el caso.

Las hermanas coincidieron en que, desde el principio, nunca hubo dudas en su familia de que la muerte de su padre fue un asesinato. "Nunca nadie de nuestra familia dudó que haya sido otra cosa", afirmaron. Sin embargo, también destacaron que con el tiempo, a pesar del dolor, no sienten la necesidad de saber quién fue el responsable. "Dio su vida por algo que él creía justo y que creía importante y eso reconforta mucho", agregó Iara.

 Al momento del episodio, Iara tenía 15 y Kala 8 años. Ese enero, la más grande se había ido de viaje con el fiscal por su decimoquinto cumpleaños. Sin embargo, el paseo se interrumpió debido a que él tuvo que volver de urgencia a Buenos Aires por una cuestión relacionada con la causa que tenía a cargo y les explicó a ella y a su hermana que debía regresar de urgencia al país por asuntos relacionados con la investigación del atentado a la AMIA. "Antes de irnos al próximo destino, él se larga a llorar y me dice que nos volvemos a Buenos Aires juntos porque tenía que presentar la denuncia", relató.

Iara no quería volver a Argentina todavía. Y como solución, se unió a las vacaciones en Europa de su mamá, la jueza Sandra Arroyo Salgado, y su hermana más chica. Sin embargo, al poco tiempo de llegar, llegó la noticia de la muerte del fiscal.

“Estábamos en París y me acuerdo de que estábamos las tres en una habitación, en un hotel juntas. Yo me había dormido y de la nada me desperté y estaban mamá y Iara llorando”, dijo Kala, quien agregó que eligió hablar recién ahora del tema porque siente que el tiempo la ayudó a procesar y entender lo ocurrido.

A lo largo de los años, Iara y Kala han encontrado consuelo en el apoyo de su madre, quien les ayudó a canalizar el dolor. "Mi mamá me hizo no darle importancia a qué fue lo que pasó, sino a recordar a mi papá de otra manera, con fotos que encuentro o las cosas que guardo de él", explicó Kala.

Si bien en su momento Kala pensó en estudiar abogacía para investigar lo sucedido, hoy en día las hermanas destacan el legado que su padre les dejó, especialmente el valor de seguir adelante. "Lo que él investigó, hoy se está probando", aseguraron las jóvenes, reconociendo la relevancia de la lucha de su padre.

Iara, por su parte, recordó con emoción el apoyo recibido por la sociedad, sobre todo en momentos como la marcha de los paraguas, realizada en memoria de Nisman a un mes de su muerte. "Fue un día muy emocionante", comentó, mientras que Kala expresó que el apoyo de la gente la hizo comprender lo importante que fue su padre para la sociedad.

Finalmente, ambas coincidieron en que el legado de Alberto Nisman continúa vivo. "Para mí es su mayor legado es el nombre", destacó Kala, mientras que Iara recordó la valentía de su padre, un ejemplo de lucha por lo que se cree.