Lirola: “Con Sánchez somos amigos, no tenemos diferencias”

Luego de que trascendiera una supuesta enemistad entre el secretario de Seguridad y el jefe de la Policía de San Juan, Eduardo Lirola aseguró que con Gustavo Sánchez son amigos y no tienen diferencias. A su vez, se refirió a la problemática ligada con la venta ilegal de uniformes de la fuerza, y también anticipó que reforzarán los controles de tránsito en toda la provincia.

Buscando desactivar los rumores sobre una presunta pelea con su superior, Lirola enfatizó: “A Gustavo Sánchez lo conozco desde hace más de 30 años y a la fecha somos amigos, no tenemos ninguna diferencia”. En este sentido, también aclaró que los traslados de personal se deben a cambios necesarios, “ya sea por gente que se enferma o asciende, o incluso por razones de seguridad”.

Al ser consultado sobre la venta ilegal de uniformes policiales, los cuales han tomado protagonismo luego de que varios robos fueran llevados a cabo por supuestos uniformados, el jefe aseveró que es un hecho que preocupa a la fuerza y confirmó que lo están investigando

En esa misma línea, explicó que hay muchos exefectivos que deciden vender su antigua ropa de trabajo, y aseguró que desde la fuerza piden que ese tipo de transacciones solo las hagan con policías en servicio. A su vez, afirmó que realizan controles en los comercios habilitados para la venta, para corroborar que estén exigiendo las credenciales pertinentes.

“Estamos tomando contacto con quienes venden estas prendas a través de redes sociales, y les estamos exigiendo que si van a vender esos elementos, antes se registren en la unidad de Logística, para nosotros poder llevar un control”, manifestó.

Por otra parte, Lirola confirmó que intensificarán los controles de tránsito en toda la provincia, no solo para controlar delitos contra la propiedad (robo de vehículos), sino también para reducir la accidentología. Asimismo, destacó el refuerzo de operativos en zonas limítrofes con las otras jurisdicciones cuyanas en época de vacaciones, y dijo: “La sociedad tiene que madurar. Si nos empezamos a respetar a nosotros mismos y a los terceros, vamos a bajar la velocidad. Creo que pasa por ahí”.