El drama de Mogna: escasez de agua, falta de servicios médicos y aislamiento

Ubicada en el sureste del departamento Jáchal, Mogna es una pequeña localidad que ha sido testigo, durante décadas, de promesas gubernamentales que nunca llegan a concretarse. Araceli González, vecina de la comunidad, compartió con DIARIO HUARPE las difíciles condiciones en las que viven los casi 350 habitantes del pueblo. La falta de obras y servicios esenciales como el agua potable, la atención médica, el agua para animales y los sembradíos son solo algunas de las problemáticas que enfrentan en la localidad que está ubicada al este de Ruta 40, a un poco más de 150 kilómetros de la Ciudad de San Juan.

El drama del agua: una historia repetida

Uno de los problemas más graves que afecta a Mogna es la escasez de agua para consumo humano y para actividades agrícolas. 

El agua que llega a través de la red no es apta para el consumo por las sales que contiene, y por eso la municipalidad envía camiones cisterna cada 10 días. Pero la cantidad es insuficiente para cubrir las necesidades de las 90 familias que habitan Mogna. "Pedimos algo más eficaz para dejar de sufrir por lo mismo", agregó González.

Algunas familias acopian el agua en tachos de 200 litros y otras en tanques de 600 litros, y con eso sobreviven hasta que el camión vuelve.    

Por otro lado, la toma de agua que hacen en el río y que utilizan para el riego, todos los años se ve afectada, cada vez que las crecientes arrasan con el trabajo precario de los vecinos. "No es la primera vez que pasamos por esta situación. El río crece y la toma desaparece. Por eso pedimos una obra hídrica sólida", afirmó González.

En la zona, la mayoría de las familias son agricultores. Algunos tienen chacras y otros cultivos forrajeros, y la mayoría animales, que son el sustento de las economías familiares (vacas, cabras, caballos y animales de granja).

La falta de servicios médicos

La salud en Mogna es otro de los grandes desafíos. La ambulancia que prestaba servicio en la localidad está rota y no ha sido reparada. "Imagínense en una urgencia, ¿a dónde vamos? Estamos tan lejos de todo, y ni siquiera tenemos un médico disponible", explicó González.

La comunidad solo recibe atención médica cada 15 días, cuando llega un clínico a hacer consultas limitadas. Por eso los vecinos piden más especialistas y una ambulancia equipada para emergencias, pues la actual está en tan mal estado que no cuenta con los equipos básicos de primeros auxilios.

Caminos y comunicaciones: un aislamiento constante

El camino que conecta Mogna con el resto del departamento es otra de las grandes preocupaciones de los vecinos. Durante las lluvias, los ríos crecen y cortan el acceso a la localidad, dejando a los habitantes aislados.

"Pedimos que nos pavimenten el camino, pero si no pueden, al menos que nos hagan los puentes en los badenes", manifestó González.

El aislamiento también afecta a las comunicaciones, ya que la única antena de internet que existe en la comunidad tiene un alcance de solo 50 metros. Los habitantes de las zonas más alejadas deben caminar o viajar varios kilómetros para acceder a la conexión.

Un reclamo que resuena: ¿y la educación?

Los problemas de infraestructura también afectan a la educación en Mogna. Aunque se han hecho gestiones para habilitar la secundaria en la localidad, aún no hay respuesta concreta. Los jóvenes de la comunidad tienen que viajar largas distancias para poder asistir a clases, lo que limita sus oportunidades educativas.

El deseo de ser escuchados

Araceli González y los demás vecinos de Mogna siguen esperando respuestas de los gobiernos municipal y provincial. Según contaron, han presentado notas en diferentes organismos de gobierno, pero las soluciones nunca llegan.

"Pedimos que el gobernador venga a visitarnos y vea nuestra realidad. Las necesidades son grandes y el tiempo pasa muy lento para nosotros", concluyó González, quien resaltó la desesperación de un pueblo que solo quiere que se cumplan las promesas y que se les brinden las herramientas básicas para vivir dignamente.