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Sacerdote italiano recibió una bala en un pañuelo durante una misa
Maurizio Patriciello, conocido por enfrentar al crimen organizado, fue amenazado en plena comunión en Caivano, Nápoles, un municipio marcado por la violencia y la delincuencia juvenil.
POR REDACCIÓN
El sacerdote Maurizio Patriciello, reconocido por su firme oposición a la mafia, vivió un momento de extrema tensión el domingo 28 de septiembre de 2025 mientras oficiaba la comunión en la parroquia de San Pablo Apóstol, en Caivano, provincia de Nápoles.
Durante la misa, un individuo vinculado al crimen organizado local le entregó un pañuelo que contenía una bala, en un claro acto de intimidación. Patriciello relató el impacto del hecho: “Fue un gesto fuerte y para mí también doloroso, porque la misa de las 10 es la misa de los niños, que para mí es un sacramento. Que esto ocurriera durante esta misa, delante de los niños, mientras venía a comulgar, no me lo esperaba en absoluto”.
El agresor, quien fue identificado por la escolta del sacerdote y una patrulla de carabineros, admitió que “Me han enviado” para realizar la amenaza. La noche anterior, Patriciello ya había denunciado dos disparos cerca de su parroquia, reflejando la creciente violencia en la región.
En sus redes sociales, el sacerdote celebró los progresos en la batalla contra la mafia: “La mafia organizada ha recibido un golpe durísimo, con jefes de clanes en prisión y una disminución del comercio de drogas”, aunque advirtió que los delincuentes intentan ocupar los espacios dejados por los arrestados.
Antes de la misa, Patriciello hizo un llamado a los jóvenes para que alejen sus vidas del crimen: “Chicos, en nombre de Dios, ¡deténganse! Disfruten de su juventud. El camino que han tomado es un callejón sin salida. Siempre termina o en la cárcel o en el cementerio”.
Este episodio ocurre en un contexto tenso en Caivano, donde en 2023 un caso de violación conmocionó a la sociedad y llevó a la aprobación del ‘Decreto Caivano’, un paquete de medidas para combatir la delincuencia juvenil impulsado por el Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni.
La mandataria italiana condenó el ataque calificándolo de “acto inaceptable” y manifestó su apoyo al sacerdote, con quien había visitado Caivano el año anterior. En su cuenta de X, Meloni escribió: “Un gesto vil y criminal, cometido en el lugar y momento más sagrado, que no intimidará a quienes, como don Patriciello, representan coraje y dedicación a favor de la comunidad y la legalidad. Al lado de don Patriciello y de todos aquellos que no se doblegan ante la criminalidad. El Estado está con ustedes, y nunca daremos un paso atrás”.
Por su parte, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se comunicó telefónicamente con Patriciello para expresarle su solidaridad y garantizar que se reforzarán las medidas de protección para su seguridad.