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Provinciales > Sábado 17 de agosto

Un lavadero es sede de un tradicional e innovador festejo del Día de las Infancias

Los festejos del Día de las Infancias se multiplicarán este fin de semana, pero hay uno tradicional que se hace en el Lavadero Alem y que hace seis años revoluciona las calles Corrientes y Alem. Conocé la historia de Jonathan Cozza y sus celebraciones solidarias.

POR REDACCIÓN

16 de agosto de 2024

Jonathan Cozza es el dueño de un lavadero de autos, ubicado en calle Corrientes y Alem, que todos los jueves se convierte en merendero y se transforma en salón de fiestas para el Día de las Infancias y para la llegada de Los Reyes Magos. Desde hace seis años este hombre tomó la decisión de ayudar a los más pequeños y aportar su granito de arena con ropa, juguetes y hasta raciones de leche. 

"Un día viajé a Los Berros con mi grupo de amigos. Era mayo. Hacía mucho frío. Los chicos que vimos estaban muy desabrigados. En ese momento tomé la decisión de ayudar y empecé a lavar autos por donaciones. Me sorprendió la convocatoria" confesó Jonathan. Desde entonces, el hombre cuya frase de Whatsapp dice "Bien parado o en la lona lo importante es ser buena persona", reparte 100 litros de leche todos los jueves para alrededor de 100 niños.

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Esta iniciativa también se repite para el Día de las Infancias y para Reyes Magos y la modalidad no hace más que llamar la atención, por el nivel de organización de los colaboradores. "Con los chicos del lavadero recibimos autos y los lavamos por donaciones. Recibimos un montón de ayuda en leche, ropa y juguetes. Este año tenemos hasta bicicletas y por eso este sábado 17 de agosto festejaremos a lo grande. Esperamos los 100 chicos que vienen todos los jueves, pero también  se suman otros que escuchan la música y los juegos y no quieren perderse la fiesta. Nosotros los esperamos a todos", anticipó Jonathan.

Quienes quieran sumarse a las donaciones pueden seguir haciéndolo inclusive hasta el mismo sábado. "Todo es bienvenido. Los chicos lo reciben con mucho amor y festejamos siempre con facturas, tortitas, leche chocolatada y regalos. Recibimos la ayuda de gente común, como nosotros, que lo único que queremos es dibujarles una sonrisa en el rostro a los más chicos", concluyó Cozza, quien entendió hace años que él recibe mucho más de lo que da, porque lo llenan de afecto los más pequeños.

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