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Carlos Villagrán, entre la gloria de Quico y las sombras de Chespirito: “En un momento perdí todo"

Carlos Villagrán, famoso por su papel de Quico en "El Chavo", confesó secretos del programa más popular de México.  

POR REDACCIÓN

15 de octubre de 2024
Carlos Villagrán durante la entrevista. Foto: Gentileza. 

Carlos Villagrán, famoso por su papel de Quico en "El Chavo del 8", fue el primer invitado en la nueva temporada de "La divina noche", el programa de Dante Gebel. Durante una conversación franca y entretenida, Villagrán abordó varios temas, incluyendo su relación con sus antiguos compañeros de elenco.

Gebel comenzó señalando que Villagrán compartió más chismes sobre el elenco que nadie. Villagrán se rió y afirmó: “Alguien tiene que decir la verdad”, aunque reconoció que no podía revelar todo debido a que otros no podían defenderse.

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Cuando se tocó el tema de Doña Florinda, Villagrán, con humor, comentó que “cada vez que se duerme, la velan”. También recordó un reciente comentario de Meza, quien había dicho que no había estado con él, lo que reveló una cierta tensión entre ambos.

Villagrán compartió una experiencia emotiva en el homenaje a Roberto Gómez Bolaños, donde fue tratado con desdén, siendo escondido en una oficina y relegado a un rincón. A pesar de ser aplaudido por el público, ese momento fue censurado en televisión. 

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Sobre su relación con Gómez Bolaños, aclaró un mito: “Nunca demandé a Roberto, y que yo sepa, él tampoco a mí”. Sin embargo, fue prohibido de usar el personaje de Quico, lo que lo llevó a cambiar su nombre a Kiko. Recordó momentos de popularidad y la presión que sentía al ser aclamado en escenarios.

Villagrán también comentó sobre la relación entre Gómez Bolaños y Meza, insinuando que ella se aprovechó de la fama de Roberto. Sus declaraciones revelaron la complejidad de las relaciones detrás de las cámaras.

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El actor vivió una dura persecución profesional tras su salida de la serie, cuando Emilio Azcárraga le cerró las puertas en la televisión. “Mandó fax a todos los lugares para decirles que no me dieran trabajo”, lo que lo llevó a perderlo todo, incluso su casa. En ese momento de crisis, encontró la fuerza para seguir adelante, sintiendo que Dios le preguntaba si quería quedarse en la desesperación o seguir adelante.

Ahora, a los 80 años, Villagrán reflexiona sobre su vida con una mezcla de sentimientos. “Me arrepiento de que se me haya subido la fama en algún momento”, dijo, añadiendo que su deseo actual es envejecer con dignidad. “Quiero morir en paz”, afirmó, cerrando la conversación con una profunda reflexión sobre la vida y la libertad: “Nada te debo y nada me debes”.

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