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Es sanjuanina y vio la asunción de dos papas en el Vaticano
Es sanjuanina, doctora en Filosofía y tuvo la oportunidad de poder ver la asunción de Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco. Este jueves estuvo también en el momento que se eligió al papa León XIV.
Por Sol Manzano
“Estar en el lugar y momentos adecuados”. Así lo definió la doctora en Filosofía Dolly Arancibia, quien se encuentra por motivos de enseñanza y aprendizaje en el viejo continente. Nacida en Chaco, pero radicada en San Juan desde hace muchos años, comentó cómo fue vivir dos momentos tan importantes para la iglesia católica, como lo fue la asunción del argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco, como así también estar en la Plaza de San Pedro para ver la elección de León XIV, el segundo papa americano.
“En el año 2013 pude participar de la misa de asunción del papa Francisco y en su momento fue muy emocionante, pues siempre es motivo de orgullo cuando un connacional alcanza logros semejantes”, comenzó relatando la letrada. En este jueves 8 de mayo, explicó que lo vivió distinto, ya que, estuvo en el momento de la fumata blanca y la salida al balcón del estadounidense Robert Prevost, quien eligió el nombre de León XIV para su papado.
“Todo era expectativa y nadie podía imaginar el resultado. Había muchísima gente, como ya se vio en diferentes medios. En el sector donde yo estuve había grupos de habla inglesa, italiana y muchos también de Alemania. Familias con niños pequeños, seminaristas, sacerdotes, jóvenes. Todo el que tenía la oportunidad se acercó a la plaza San Pedro”.
Arancibia estuvo largas horas, al igual que los demás fieles, esperando a que anunciaran al nuevo papa. “Pasadas las 18 las expectativas aumentaban, cuando vimos el humo blanco. Hubo muchos gritos de alegría y a partir de ese momento la ansiedad de todos era más grande porque todos queríamos saber de quién se trataba, quién era el ahora nuevo pastor de la iglesia”.
“Cuando apareció la figura de León XIV, todo fue júbilo y alegría. Las palabras del papa fueron aplaudidas desde el comienzo. Pidió y deseó la paz en un momento tan crítico para el mundo, es todo un símbolo. Cuando empezó a hablar en perfecto español dirigiéndose a una comunidad tan lejana para nosotros y tan cercana a su corazón, Ciclayo en Perú, fue muy emotivo y creo que ahí lo sentimos un poco más nuestro”.
Por último, Arancibia mencionó que personalmente le gustó mucho la humildad y simplicidad con la que se presentó Prevost ante el público. “A medida que trascienden las noticias sobre su actividad como obispo en Chiclayo, aumenta mi expectativa de un papa cercano a todos, sin exclusiones. La tarea que le espera no es fácil, el mundo está convulsionado, los desafíos en todos los órdenes son muchos. Pero hay algo que en Roma siempre se reanima, y es que la Iglesia Católica se encuentra firme aún en tiempos de crisis”, concluyó.