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La Carolina, el pueblo de 300 habitantes que fue elegido entre los mejores del mundo por la ONU
A cuatro horas de Mendoza y en el corazón de las sierras puntanas, La Carolina fue reconocido por ONU Turismo como uno de los destinos rurales más destacados del planeta por su historia, belleza natural y modelo sostenible.
POR REDACCIÓN
Entre montañas, arroyos y calles de piedra, La Carolina —un pequeño pueblo de apenas 300 habitantes en San Luis— logró un reconocimiento internacional que lo posiciona entre los destinos rurales más bellos del planeta. En 2023, ONU Turismo incluyó a esta localidad en su prestigioso listado Best Tourism Villages, destacando no solo su paisaje y su arquitectura, sino también su compromiso con un modelo de turismo sostenible.
Situado a 86 kilómetros de la ciudad de San Luis y a unas cuatro horas de Mendoza, este rincón detenido en el tiempo se erige al pie del cerro Tomolasta, a 1.500 metros sobre el nivel del mar. Allí, donde los caminos son empedrados y los autos no circulan, La Carolina se convirtió en el primer pueblo peatonal de la provincia, una decisión que sus habitantes abrazaron con orgullo.
"Recorrer este lugar a pie propone una experiencia única, una conexión real con la historia y con la gente", destacaron desde ONU Turismo al momento de otorgar la distinción.
Fundado en el siglo XVII, La Carolina debe su nombre a una mina de oro descubierta en 1792. Durante décadas, la explotación minera atrajo a cientos de trabajadores y moldeó la identidad del pueblo. Hoy, ese legado se mantiene vivo en los túneles visitables, donde los turistas pueden conocer cómo era la extracción del preciado metal.
De hecho, una de las propuestas más elegidas por los visitantes es la de convertirse en “minero por un día”, practicando técnicas tradicionales para buscar oro en el Río Amarillo, una actividad que combina aventura y aprendizaje en un entorno natural privilegiado.
Además del turismo minero, La Carolina ofrece experiencias de rappel, trekking, cabalgatas, y hasta arreo de llamas, en una convivencia respetuosa con el entorno. También se pueden realizar visitas arqueológicas a la Gruta de Inti Huasi, un sitio de gran valor histórico donde se conservan vestigios de culturas precolombinas, como la Ayampitin.
Pero el encanto de La Carolina no termina en sus paisajes. El pueblo también es cuna del poeta y filósofo Juan Crisóstomo Lafinur, precursor del pensamiento nacional y bisabuelo de Jorge Luis Borges. Su casa natal fue transformada en museo y es parada obligatoria para quienes buscan conectar con la historia cultural del país.
“La gente llega buscando oro y se encuentra con poesía”, comenta Amalia, guía local, sintetizando la magia del lugar.
La decisión de hacer del pueblo un espacio exclusivamente peatonal fue tomada en 2023 y se convirtió en un gesto simbólico y práctico. Lejos del ruido urbano, La Carolina ofrece hoy un turismo basado en la calma, la cercanía y el respeto por la naturaleza.
“Los autos no entran, pero los abrazos y las historias no tienen límites”, dice con humor Mateo, vecino del pueblo desde hace más de 40 años.
Con su silencio cargado de historia, su aire puro y sus tradiciones vivas, La Carolina no solo logró un reconocimiento global, sino que también se posicionó como un ejemplo de desarrollo rural sustentable. Una joya escondida en las sierras puntanas, que invita a detenerse, caminar y redescubrir lo esencial.
Fuente: Los Andes