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La historia de Sebastián Marset: el narco uruguayo que cumplió su sueño de ser el "nuevo Beckham"

El hombre detrás del sueño futbolístico que nunca debió cumplirse: Sebastián Marset, un narco uruguayo que, gracias al lavado de dinero, logró jugar en equipos profesionales en Paraguay y Bolivia.

POR REDACCIÓN

12 de febrero de 2025

Sebastián Marset es un nombre que no pasa desapercibido dentro de los círculos del fútbol, pero no por sus logros en la cancha, sino por una historia tan sorprendente como inquietante. Este uruguayo de 31 años, actualmente prófugo de la justicia, es señalado como uno de los principales responsables de un lavado de dinero relacionado con el narcotráfico. Sin embargo, lo que realmente lo catapultó al ojo público fue su insólita carrera futbolística, en la que pagó por jugar en equipos profesionales, a pesar de no tener el nivel necesario para competir al más alto nivel.

Marset comenzó su "aventura" futbolística en 2021, cuando se unió al club Deportivo Capiatá en Paraguay, un equipo modesto de la Primera División. A pesar de ser completamente desconocido en el mundo del fútbol, su llegada fue un espectáculo: apareció en un Lamborghini plateado y rápidamente se hizo con la camiseta número 10 del club. Sin embargo, su nivel de juego estaba lejos de ser el esperado. A pesar de sus evidentes limitaciones en el campo, el entrenador Jorge Núñez lo alineaba constantemente como titular. La razón: Marset, gracias a su vínculo con el narcotráfico, inyectó una gran cantidad de dinero al club, incluso pagándole los sueldos a sus compañeros y a otros empleados del club.

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El impacto de su dinero fue tal que Marset siguió en el plantel a pesar de ser objeto de constantes quejas por parte de sus compañeros, quienes llegaron a solicitar al técnico que no lo pusiera más. En uno de los momentos más recordados de su paso por el club, Marset erró un penal decisivo que contribuyó al descenso del equipo a la Tercera División. No obstante, su dinero lo mantuvo dentro del plantel hasta que, un día, desapareció sin dejar rastro.

A pesar de ser buscado por las autoridades internacionales, Marset no abandonó su sueño futbolístico. En 2023, reapareció en Bolivia, en el club Los Leones El Torno FC, en la liga del departamento de Santa Cruz. Como era de esperar, repitió la misma fórmula: inyectó grandes sumas de dinero al club a cambio de un lugar en el equipo. Para esta nueva etapa, Marset adoptó el seudónimo de Luis Amorím y se puso la camiseta número 23, en honor a su ídolo, el futbolista inglés David Beckham.

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Sin embargo, al igual que en Paraguay, Marset desapareció repentinamente, dejando tras de sí un escándalo que afectó al club boliviano. La Asociación Cruceña de Fútbol suspendió a Los Leones El Torno por "mala inclusión y legalidad de sus futbolistas", un golpe directo a la reputación de la liga. El fútbol de Santa Cruz se vio empañado por la figura de un jugador cuyo único mérito era el poder adquisitivo que le permitía mantener su sueño de ser futbolista profesional, a pesar de su implicación en actividades ilícitas.

Actualmente, Sebastián Marset sigue siendo un fugitivo de la justicia, y su paradero es incierto. Se cree que podría estar refugiado en Dubai, tras la captura de su mano derecha, García Troche, quien fue detenida en 2024 en el aeropuerto de Madrid con un billete de avión hacia los Emiratos Árabes. La historia de Marset es un recordatorio de cómo el dinero, incluso proveniente de fuentes ilícitas, puede abrir puertas en el mundo del deporte, pero también de las consecuencias que trae consigo el estar involucrado en el crimen organizado.

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