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Paty Altamirano descansa en paz: crónica de una expedición para dejar sus cenizas
Las hermanas de Marta Paty Altamirano, junto con un grupo de andinistas, subieron al Cerro Mercedario para dejar las cenizas de la joven que sufrió un accidente mortal en altura hace 44 años. De esta forma, cumplieron con la última voluntad de la "guardiana del Mercedario".
Por Germán González
"Gracias por los cerros que hacen estallar mi alma de gozo y que dejan exhalar de mis labios suspiros de admiración", fueron las palabras de una andinista tucumana, que se maravillaba con cada travesía que hacía con su hermana y amigos. Y que había quedado enamorada del Cerro Mercedario. Marta Paty Altamirano había manifestado a sus seres queridos que si moría en la montaña, la dejarán allí. Sus hermanas, Silvia y Corina, cumplieron su voluntad 44 años después, tras realizar una travesía llena de desafíos al tener que volver a aquel cerro, El Mercedario, en el que perdería la vida muy joven.
Las hermanas de Paty Altamirano, junto con un grupo de andinistas, subieron al Cerro Mercedario para dejar las cenizas de la joven que sufrió un accidente mortal en altura el 21 de marzo de 1981. De esta forma, cumplieron con la última voluntad de la "guardiana del Mercedario". La expedición a la gran montaña de San Juan duró siete días en total y el grupo estuvo compuesto por ocho integrantes. Además de Silvia y Corina, emprendió el viaje el sobrino de Paty, Marco Muñoz.
El martes 21 de enero de 2025, los andinistas salieron en camionetas desde Barreal hasta Laguna Blanca, al pie del Mercedario, a unos 3.100 metros de altura. El momento esperado llegaba, sobre todo para Corina, que presenció el momento de la tragedia, cuando Paty resbaló y cayó en el medio de una grieta. La tucumana subiría a una montaña 44 años después de la tragedia para cumplir la voluntad de su hermana. Para ello, junto con Silvia salieron a entrenar, acompañadas por los andinistas del grupo Cerrotuc, a los Valles Calchaquíes. Fueron meses de entrenamiento.
De Laguna Blanca, los familiares de Paty y andinistas caminaron hasta Piedras Coloradas, a 3.800 metros de altura, lugar donde abrieron el primer campamento. Al día siguiente continuaron hasta Cuesta Blanca, a 4.500 metros de altura, donde armaron el segundo campamento.
Ya en el tercer día subieron hasta Pirca de Indios, a 5.100 metros de altura. En ese lugar, el grupo de ocho acampó durante dos noches. La idea de las hermanas de Paty era hacer la ceremonia en la cumbre del Mercedario, pero si estaban las condiciones dadas, como el clima en la montaña y las condiciones físicas de las hermanas Altamirano.
Finalmente, eso no fue posible. Los andinistas escalaron hasta Pirca superior, a unos 5.400 metros de altura y allí hicieron una emotiva ceremonia para dejar a Paty. Entre varios, armaron una pirca de piedras para apoyar en un recipiente sus cenizas. Luego formaron un círculo, dijeron unas palabras y por momento ahondaba el silencio. Silvia, Corina y Marco se abrazaron y lloraron.
Desde lugar donde ahora descansan los restos de Paty se ve el Arroyo Turquesa, abajo, el diente y parte del filo hacia la cumbre y la cordillera de Ansilta en pleno.
Después de la ceremonia Silvia y Corina descendieron el cerro acompañadas por Fabrizio Oieni, amigo y montañista sanjuanino, llegando ese mismo día 25 de enero a dónde estaban las camionetas a las 23 horas y caminando las dos últimas horas de noche, con linternas frontales.
El resto continuó para hacer cumbre. Primero, los andinistas llegaron a La Hoyada, a 5.800 metros de altura. Luego escalaron hasta la cima, pero a los 6500 metros de altura regresaron. "Estabamos muy cansados, había bastante nieve y se nos estaba haciendo tarde, volvimos a dormir en La Hoyada, y al otro día bajamos todos hasta las camionetas en Laguna Blanca", explicó Evaristo Moyano, de Cerrotuc, a DIARIO HUARPE.
Historia de Paty
Marta “Paty” Altamirano fue una montañista tucumana que desde temprana edad sintió una profunda conexión con las montañas. Formó parte del Club Andino Tucumán y, junto a su hermana Corina, realizó expediciones a imponentes cumbres de los Andes, como los Nevados del Aconquija y el Nevado del Chañi, en Jujuy. Sin embargo, fue en el Cerro Mercedario donde la tragedia marcó su destino.
En marzo de 1981, Paty, junto a su hermana y el montañista italiano Sergio Bossini, emprendió el ascenso del Mercedario. La tragedia ocurrió cuando, a unos 6.000 metros sobre el nivel del mar, Paty sufrió un accidente mortal mientras ascendía por la Pared Sur. Su cuerpo, cubierto por la nieve y atrapado en el glaciar, permaneció en la montaña durante 42 años, a pesar de varios intentos de rescate.
En enero de 2023, después de más de cuatro décadas, un grupo de montañistas encontró los restos de Paty al pie de la Pared Sur del Mercedario. El cuerpo fue identificado mediante ADN y prendas personales, como un escapulario de la Virgen del Carmen que llevaba en cada expedición. Tras la cremación, su familia pudo darle un emotivo adiós, pero Corina, su hermana, sintió que aún quedaba un último deseo por cumplir: llevar sus cenizas a la cima de la montaña que siempre fue su hogar espiritual. La misión se cumplió. Paty descansa en los brazos del Mercedario.