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Nicolás Medina, el coleccionista de las antigüedades más preciadas
Nicolás Medina, el sanjuanino que es guardián y coleccionista de las antigüedades más preciadas de la provincia.
Por Germán González
Nicolás Medina, de 43 años, es el guardián y coleccionista de los objetos más preciados de San Juan. La pasión de este sanjuanino nació en una venta de garaje hace seis años y ahora colecciona miles de objetos que tienen historias para contar. Si bien algunos de los objetos tienen un valor histórico provincial, otros, que pueden ser cosas sin valor para muchos, cuenta con un atractivo único para la colección de Medina.
Ante la consulta de DIARIO HUARPE sobre cómo nació su pasión, Medina respondió: “Yo tenía que desocupar una casa y comencé a publicar cosas y salieron rápido. Ahí me surgió la idea… Hay un montón de gente que tiene que hacer lo mismo con una vivienda y entonces empecé a comprar los objetos de las casas que se desocupaban”.
“Compraba de todo y después iba revendiendo de forma digital. Pero con el paso del tiempo fui orientándome a las antigüedades porque ahí agarré amor por esos objetos”, agregó.
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El capitalino contó que lo que más le gusta de los objetos son las historias particulares que tiene cada una. “Al escucharlas, mentalmente me traslado a una época e imagino”, dijo.
El coleccionista tiene todos los objetos que uno pueda imaginar. Desde una lámpara hasta una mesa de 100 años, un lavarropa de madera, colecciones de tocadiscos, teléfonos antiguos, botellas de bebidas y licores, entre otros.
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Las cosas que tienen un valor más emotivo para Nicolás, ya sea por una historia familiar, por la forma que consiguió el objeto o la anécdota que escuchó de los elementos, fueron a parar a su quincho “La Fonda”, lugar donde además de exponer esas piezas, comparte con sus amigos o familiares cada vez que van de visita.
Sobre “La Fonda”, Medina tiene una anécdota para contar, un poco paranormal. Reunido con un amigo, escuchó sonar un teléfono antiguo: “Nicolás, tenés que atender”, le dijo su amigo. El tema era que ese teléfono no estaba conectado a ninguna línea. Piel de gallina para los amigos, que no solo escucharon sonar una vez ese teléfono aquella noche, sino que sonó por segunda vez. Por suerte, para Medina, ese teléfono ya no lo tiene más.
Uno de los primeros objetos que Medina obtuvo fue un lavarropa de madera de unos 200 años de antigüedad. Un día, la familia de un chalet reconocido de San Juan iba a vender la propiedad y tenía ese objeto. “Me conectó un coleccionista de lavarropas de Buenos Aires, vino a verlo”, expresó. “La verdad que el mundo de las antigüedades te sorprende porque nunca pensás que te vas a encontrar con alguien que coleccione lavarropas”, añadió con humor.
Los objetos más significativos
Las cosas con más valor para Nicolás son una estatuilla de la enfermera Ángela Medina y una medalla de Domingo Faustino Sarmiento. La primera se entregó a todas las profesionales que colaboraron con las víctimas del terremoto del 1944. La misma fue una escultura en bronce del escultor Quintino Piana, en homenaje a una enfermera de la Cruz Roja que venía en avión a socorrer a los sanjuaninos, pero falleció a raíz de un trágico accidente ocurrido en el camino. La nave se estrelló el 20 de enero de 1944 en Mendoza y murieron como consecuencia 12 personas, entre ellas, enfermeras, médicos y soldados.
Piana, el escultor de la estatuilla que guarda Nicolás, realizó durante años muchos bustos, estatuas y medallas para el Gobierno Nacional.
Por otro lado, la medalla de Sarmiento es una medalla de cobre labrada por los artistas José Bellagamba y Constante Rossi. La misma se entregó a todos los que asistieron a la inauguración de la estatua del prócer sanjuanino en la Plaza 25 de Mayo, el 10 de noviembre de 1901.
Son las cosas más significativas para Medina, pero no por eso las más importantes. Hay cientos de piezas que se mezclan en la pared, en las mesas y en el mostrador de su depósito, algunos contrastan con los carteles y revistas de los '90, que tienen a bandas de música como Soda Stereo o un cartel de Coca Cola, todas esperando a ser miradas, esperando a que su historia sea contada.
Dato
Medina compra y vende objetos a través de su cuenta de redes sociales que lleva el nombre de “Don Chacarita”.