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Quiénes y por qué mataron a Pillín Bracamonte: las teorías que maneja la Justicia

El líder de Los Guerreros de Rosario fue asesinado tras un partido entre Central y San Lorenzo. Las hipótesis sobre su muerte incluyen luchas internas en el crimen organizado y traiciones dentro de su propio círculo.

POR REDACCIÓN

10 de noviembre de 2024

La muerte de Omar "Pillín" Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central, ha generado conmoción en la ciudad y encendido un sinfín de teorías sobre los motivos detrás del asesinato. El pasado jueves por la noche, Bracamonte fue acribillado a balazos en la esquina de Avellaneda e Ibarlucea, al salir del estadio luego del partido entre Central y San Lorenzo. Para el fiscal Alejandro Ferlazzo, el caso es un rompecabezas con muchas piezas, pues varias facciones del crimen organizado en Rosario y fuera de la ciudad tendrían motivos para eliminarlo.

A pocas horas del asesinato, la Justicia rosarina baraja varias hipótesis sobre el origen del crimen. La versión más fuerte apunta a una guerra interna entre los grupos que manejan los negocios ilegales en Rosario. Bracamonte, quien estuvo al frente de Los Guerreros durante 25 años, se encontraba en una situación peligrosa tras haber jugado a dos bandas, manteniendo relaciones con distintas facciones criminales.

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Una de las teorías más comentadas sostiene que Pillín habría negociado un acuerdo con los líderes de Los Monos, la poderosa banda narco liderada por los Cantero, y con Leandro Vilches y Pablo Caminos, dos laderos de Guille Cantero que se habrían separado de la familia para formar su propio bloque de poder. Según esta hipótesis, Bracamonte aceptó una alianza con los dos grupos para expandir su dominio en los negocios ilegales, pero su juego ambiguo terminó enemistándolo con ambos. Se cree que Vilches y Caminos habrían ordenado a su sicario, Matías Gazzani, asesinarlo como represalia por su traición. Lo curioso es que Gazzani lleva meses prófugo, lo que genera aún más dudas sobre el caso.

Otra línea de investigación sugiere que la orden de matar a Bracamonte habría venido directamente de la familia Cantero, liderada por Guille Cantero, quien habría visto a Pillín como un obstáculo en la distribución del poder en el mundo de la hinchada y los negocios ilegales. Según esta versión, el asesinato estaría relacionado con el reciente homicidio de Samuel Medina, alias "El Gordo Samu", y habría sido una represalia por la muerte del yerno de Guille. Medina, quien tenía conexiones con la barra, fue asesinado en septiembre, y algunos creen que el asesinato de Bracamonte es una respuesta directa a ese crimen.

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La vida de Pillín Bracamonte estuvo marcada por el poder y la impunidad. Desde que asumió el liderazgo de Los Guerreros en 2002, se consolidó como el gran jefe de la barra de Rosario Central, manejando una red de negocios ilegales que se extendía desde la reventa de entradas y el tráfico de drogas hasta el control de trabajadores de la construcción y las viandas en hospitales. Su influencia política y sus vínculos con figuras del poder le permitieron mantenerse en la cima durante más de dos décadas.

A pesar de su poder, Bracamonte cometió varios errores que lo hicieron vulnerable. Su relación con el crimen organizado, especialmente con Los Monos, fue clave para su permanencia, pero también lo enfrentó a otros grupos que querían arrebatarle el control de la ciudad. En 2018, se vio envuelto en un escándalo cuando fue detenido por distribuir entradas de protocolo, pero su poder local le permitió eludir la sanción.

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Sin embargo, su reinado comenzó a tambalear cuando las tensiones internas entre las bandas delictivas aumentaron, especialmente con la fragmentación de Los Monos. Pillín se vio atrapado en una lucha por el poder en la ciudad, jugando a la doble cara y negociando con varios grupos. Esto lo puso en la mira de muchos, y aunque logró sobrevivir a varios atentados, el último fue fatal.

El asesinato de Bracamonte ocurrió en un contexto peculiar. A pesar de que la zona estaba bajo un operativo de seguridad, la ruta alternativa que eligió Pillín para salir del estadio no estaba vigilada adecuadamente. De acuerdo con los investigadores, un foco de luz estaba apagado y no había presencia policial en las cercanías, lo que ha llevado a especular que hubo una entrega. Esta situación alimenta la teoría de que el asesinato fue un ajuste de cuentas, planificado por aquellos con acceso a la información y con capacidad de mover piezas dentro del entramado delictivo.

Pillín Bracamonte, cuya figura siempre estuvo rodeada de misterio y poder, cayó en el mismo lugar en el que varias veces había sabido mantenerse a salvo: en las sombras del crimen organizado, donde las lealtades son frágiles y los enemigos se encuentran en todos los frentes. Ahora, la ciudad de Rosario se enfrenta a una nueva disputa por el control de los negocios ilegales, mientras la justicia intenta dar con los responsables de un crimen que marca el fin de una era en el fútbol y el crimen de la ciudad.

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