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Reynal: "Profesional no es sinónimo de rentado, ni voluntario de amateur".
POR REDACCIÓN
26 de enero de 2020
Por qué los bomberos argentinos son y siguen siendo voluntarios es una pregunta que surge del libro "Contra el fuego", del argentino Benjamín Reynal, una noción que pareciera más vinculada a la cuestión del heroísmo que a una condición que requiere, al mismo tiempo que capacitación, insumos y entrenamiento, una remuneración monetaria y un presupuesto, más que un reconocimiento moral. Hay casos recientes emblemáticos, como el del edificio de Iron Mountain (5 de febrero de 2014, Barracas, Ciudad de Buenos Aires), donde murieron 10 personas entre bomberos y rescatistas y otras siete resultaron heridas de gravedad. En febrero de 2015 la Justicia dictaminó que el fuego había sido intencional. Reynal explica que "el voluntariado no es particular de Argentina, mientras que aproximadamente el 85 por ciento de los bomberos de todo el mundo son voluntarios (porcentaje igual al muestro). No son voluntarios los bomberos de grandes ciudades, aeropuertos y centros atómicos: lugares donde salen demasiadas veces al día o son indispensables de manera inmediata y Argentina también tiene bomberos rentados. Pero es bueno aclarar que profesional no es sinónimo de rentado ni voluntario de amateur". "La mayor diferencia entre uno y otro -asegura- está en el tiempo de respuesta: una dotación rentada (por ende, fija en el cuartel) sale antes que los convocados por la sirena. Aunque también algunos cuarteles grandes de bomberos voluntarios tienen una dotación de guardia fija, así que ahí no hay diferencias".
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