Cultura y Espectáculos > Triste despedida
Ricardo Darín despide a su hermana Alejandra en un emotivo velorio íntimo
Ricardo Darín despidió a su hermana Alejandra en un velatorio íntimo, rodeado de su familia y amigos cercanos. La actriz, fallecida a los 62 años, será enterrada en el Panteón de la Asociación Argentina de Actores en La Chacarita.
POR REDACCIÓN
Este miércoles, Ricardo Darín vivió un profundo momento de tristeza al despedir a su hermana Alejandra, quien falleció a los 62 años luego de luchar en silencio contra el cáncer. El actor, acompañado de su esposa Florencia Bas, llegó en silencio a la sala velatoria Zucotti Hermanos, donde se realizó un adiós privado, reservado exclusivamente para la familia y los amigos más cercanos. A lo largo de la tarde, las condolencias de sus seres queridos acompañaron al actor en este doloroso momento.
El jueves, los restos de Alejandra serán trasladados al Panteón de la Asociación Argentina de Actores en el Cementerio de La Chacarita, un lugar significativo para el colectivo artístico y que ella representó con gran dedicación. La decisión de despedirla allí es un reconocimiento a su amplia trayectoria y su contribución al mundo del espectáculo. La familia eligió un adiós discreto y emotivo, rodeado de recuerdos y momentos compartidos.
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El fallecimiento de Alejandra Darín ha dejado una profunda huella en el mundo artístico. A lo largo de su carrera, que abarcó más de cinco décadas, Alejandra se destacó por su talento en el teatro, el cine y la televisión. Fue una de las actrices más respetadas y queridas en el ámbito artístico, no solo por su profesionalismo, sino también por su incansable lucha por los derechos laborales de los artistas. Como presidenta de la Asociación Argentina de Actores desde 2011, defendió con firmeza las causas que concernían a su gremio, ganándose el reconocimiento de colegas y admiradores.
Alejandra Darín nació el 19 de junio de 1962, en una familia profundamente vinculada al arte. Hija de los actores Ricardo Darín y René Roxana, creció rodeada de una cultura artística que la marcó desde temprana edad. Acompañada de su hermano Ricardo, quien también alcanzó la fama internacional, inició su carrera en el mundo del espectáculo y comenzó a construir un camino propio en el teatro, el cine y la televisión.
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A lo largo de su vida, Alejandra compartió escenarios con grandes nombres del arte argentino y se destacó en más de 50 producciones televisivas. Participó en clásicos como Dulce Ana y Poliladron, pero también dejó su huella en producciones más recientes como La leona. En el teatro, obras como Copenhague, Tierra del Fuego y Crimen y castigo la marcaron como una actriz comprometida con la profundidad emocional de los personajes. También tuvo participaciones destacadas en cine, en películas como Samy y yo y Ni Dios, ni patrón, ni marido.
En el plano personal, Alejandra fue madre de dos hijos, Antonia y Fausto, quienes también decidieron seguir los pasos de sus padres en la actuación. Antonia participó en la exitosa película Argentina, 1985, donde compartió escenas con su tío Ricardo Darín, mientras que Fausto, el menor, destacó en la tira televisiva Simona. La familia Darín sigue con la tradición actoral que Alejandra contribuyó a construir con esfuerzo y dedicación.
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Durante sus últimos meses de vida, Alejandra enfrentó la enfermedad con valentía, pero en la más estricta privacidad. Esta decisión de mantener en secreto su lucha con el cáncer sorprendió a muchos, pues solo aquellos cercanos a ella sabían de su condición. Al conocerse su fallecimiento, los mensajes de cariño y respeto de colegas y amigos no se hicieron esperar. Personalidades del espectáculo como Ana Celentano, Marcelo De Bellis y Emilia Mazer expresaron su pesar en las redes sociales, recordando no solo su talento actoral, sino también su bondad y su compromiso social.
En sus palabras de despedida, muchos destacaron su incansable trabajo en la defensa de los derechos de los artistas, que trascendió su carrera profesional. Alejandra Darín fue mucho más que una excelente actriz, fue una líder y defensora de la comunidad actoral, una inspiración para quienes compartieron con ella escenarios, sets de filmación y causas comunes. Su legado perdurará, no solo por sus logros artísticos, sino también por su dedicación a mejorar las condiciones laborales de sus colegas.
A medida que los homenajes continúan llegando desde el ámbito artístico, queda claro que Alejandra Darín deja un vacío irreparable en la cultura argentina. Su vida, marcada por la pasión por el arte y por la lucha social, sigue siendo un faro para las futuras generaciones de actores y actrices. Su ejemplo de compromiso y trabajo incansable continuará siendo fuente de inspiración para todos aquellos que la conocieron y admiraron.
Este jueves, su despedida en el Panteón de Actores de la Chacarita será un último adiós lleno de respeto y reconocimiento, un tributo a una mujer que fue más que una actriz: fue una líder, una luchadora y un ser humano ejemplar.