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Según una psicóloga sanjuanina, crece la adicción a la pornografía en los menores de edad
Una especialista estuvo en Yo te Invito y dio detalles de la creciente adicción a la pornografía en los menores de edad.
POR REDACCIÓN
La preocupación por la exposición temprana de los menores al material pornográfico crece exponencialmente en Argentina, un país que ostenta un alarmante noveno puesto en el ranking mundial de consumo. La psicóloga María Serra, que estuvo en Yo te Invito, encendió las alarmas sobre esta problemática, citando estadísticas escalofriantes y advirtiendo sobre las graves consecuencias en el desarrollo psíquico y sexual de los niños.
"El 15% de los adolescentes en Estados Unidos tuvieron contacto con material pornográfico antes de los 10 años. En Argentina la situación no es muy diferente, considerando que somos el noveno país en consumo de material pornográfico a nivel mundial", reveló la profesional, pintando un panorama sombrío sobre la accesibilidad y la normalización de este tipo de contenidos en edades cada vez más tempranas.
La especialista profundizó en la edad de inicio del contacto con la pornografía en nuestro país, señalando un dato escalofriante. "Los especialistas alertan que en la Argentina los niños tienen contacto a partir de los 8 años con este tipo de contenidos y las consecuencias pueden llegar a ser muy negativas. Los chicos están más expuestos, que es lo que pasa hoy por hoy con estos contenidos", sentenció, subrayando la vulnerabilidad de los menores en el entorno digital actual.
Serra fue enfática al desmitificar la idea de que una mayor exposición implique una mayor preparación psíquica. "No significa que el chico tenga el psiquismo más preparado. El tiempo de evolución es el mismo. Acá es donde nosotros los adultos tenemos que evitar estos impactos que a veces pueden llegar a ser traumáticos", advirtió, responsabilizando a los adultos de la protección de la infancia ante estos contenidos inapropiados.
La psicóloga explicó el mecanismo por el cual el contacto precoz con la pornografía puede generar una adicción incipiente. "Obviamente que el contacto con este contenido le va generando mayor curiosidad y despierta en él una erotización. Entonces eso sí puede llegar al consumo, que es esta conducta donde el chico no puede parar y, a la vez, no va a poder parar porque él no tiene la corteza prefrontal todavía formada", detalló, haciendo hincapié en la inmadurez del cerebro infantil para procesar y regular estos estímulos.
La falta de desarrollo de la corteza prefrontal, crucial para el freno inhibitorio, expone a los niños a un impacto emocional y conductual significativo. "Está en evolución donde está esto del freno inhibitorio. Todos estos contenidos eróticos como su psiquismo ni su cuerpo están preparados para procesarla, generan un impacto que se traduce en ansiedad, irritabilidad e impulsividad", explicó Serra, describiendo las posibles manifestaciones psicológicas de esta exposición temprana.
En algunos casos, la especialista señaló que los niños pueden intentar procesar este impacto a través del juego. "En algunos casos son llevados a algunos juegos que tienen que ver con el poder repetir, procesar, porque sabemos que el juego le permite al chico procesar situaciones", indicó, alertando sobre la normalización de conductas sexuales inapropiadas a través del juego infantil.
Finalmente, Serra advirtió sobre las consecuencias a largo plazo de esta hipererotización precoz. "Debemos tener conductas de una gran estimulación, o sea, de un gran hipererotismo. Diría yo una sexualidad adelantada, una genitalidad adelantada más que sexualidad. Por ejemplo, puede ser que una nena o un varón a los 13 años ya quiera tener relaciones sexuales. También, como está erotizado el chico, lo estamos exponiendo y es tierra fértil a que él pueda tener un abuso", concluyó con una advertencia escalofriante sobre el aumento del riesgo de abuso sexual en niños expuestos tempranamente a la pornografía. La urgencia de la intervención adulta para proteger la infancia ante esta creciente amenaza digital se vuelve ineludible.