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El tatuador de Mauro Icardi reveló los tatuajes que le tapó y expresó su enojo: “Nunca más me contestó”
Gabriel Badía contó su experiencia con el futbolista y los conflictos que surgieron tras un canje no cumplido
POR REDACCIÓN
Los tatuajes muchas veces reflejan momentos importantes en la vida de una persona, y en el caso de Mauro Icardi, Wanda Nara y la China Suárez, se han convertido en testigos de sus relaciones y rupturas. Gabriel Badía, el tatuador que trabajó con los tres, habló en una entrevista con *Intrusos* y reveló su malestar con el futbolista del Galatasaray.
En la nota, Badía explicó que conoció a Wanda Nara a través de su estilista Kennys Palacios y viajó a Milán para tatuarla. “Me quedé en su casa de huéspedes. Se hizo una golondrina en la ingle y un corazón cerca, además de la palabra ‘love’ en una parte de la nalga”, detalló.
Durante la entrevista, la pareja del tatuador intervino y mencionó que Mauro Icardi no estaba del todo conforme con algunos de esos diseños. “Mauro estaba enojado con los tatuajes en la ingle”, comentó, sugiriendo que los celos del futbolista influyeron en la relación con Badía.
Pero el conflicto no quedó ahí. El tatuador también reveló que le tapó a Icardi el tatuaje con el nombre de Wanda que tenía en el dedo anular. “Se lo cubrí con una calavera”, explicó. Además, había acordado modificar otro diseño en el brazo del jugador, donde tenía el rostro y el nombre de la madre de sus hijas, pero el trabajo nunca se concretó.
“Habíamos arreglado para taparlo, pero después no pasó nada. Hace un tiempo que no me hablo con Mauro”, confesó Badía. Según su relato, el distanciamiento ocurrió después de que le pidiera al futbolista las fotos del tatuaje terminado. “Le pedí las fotos que nos sacamos y no me las quiso pasar, no sé por qué razón. Nunca más me contestó”, afirmó. Su pareja agregó un detalle más: “Lo bloqueó”.
Además de trabajar con Wanda e Icardi, Gabriel Badía también tatuó a la China Suárez. De hecho, fue quien le cubrió un diseño que, según trascendió, estaba dedicado al piloto Franco Colapinto. “Ahora la conocí a Eugenia por Mauro. Le hice en los dedos los nombres de sus hijos y también le tapé otro tatuaje con una corona”, contó.
El tatuaje que la actriz se cubrió habría sido el número “43”, en referencia a Colapinto. Según Yanina Latorre, cuando el piloto vio el diseño, se sorprendió. “Esto fue en noviembre y se habían visto dos veces. Todo muy normal”, comentó con ironía. Finalmente, la China decidió taparlo, lo que generó más especulaciones sobre su vínculo con el deportista.
Badía dejó en claro que su enojo con Icardi no fue por una cuestión económica, sino por lo que consideró un mal gesto del futbolista. “El trabaja con ellos desde hace mucho tiempo y lo bloquearon porque no le dio la foto. Él es el tatuador de muchos famosos y nunca le enviaron la imagen de su trabajo”, explicó la periodista que lo entrevistó.
Según el tatuador, Icardi es una persona “bastante compleja” cuando está en pareja. “Le pedía las fotos para publicarlas. Era una foto donde estaban los tres”, afirmó, aunque sin dar más detalles sobre la identidad del tercer integrante.
Mientras las historias de amor y desencuentros entre Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suárez siguen generando titulares, los tatuajes continúan siendo testigos de los cambios en sus vidas. Y en el centro de esas transformaciones, Gabriel Badía tiene su propia historia que contar.