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León XIV, el nombre que eligió el nuevo papa y qué significa
El nuevo papa tomó un nombre con fuerte peso histórico en el Vaticano, utilizado por figuras centrales en la historia de la Iglesia.
POR REDACCIÓN
Con el nombramiento de Robert Francis Prevost como nuevo líder de la Iglesia Católica, el Vaticano sumó un nuevo nombre a su historia papal: León XIV. El título adoptado por el pontífice estadounidense remite a una tradición con antecedentes milenarios.
Además del vínculo histórico, la elección del nombre “León” puede ser vista como una señal de las prioridades y valores del nuevo pontífice. A menudo, esta elección es una inspiración, basándose en figuras anteriores que encarnaron virtudes o liderazgos que el nuevo Papa desea emular.
El nombre León ha sido utilizado por 13 papas antes que Prevost. Entre ellos se destacan figuras como León I, quien ejerció su pontificado en el siglo V, y León XIII, recordado por sus escritos sobre temas sociales. La elección del número XIV indica la continuación de esa línea y se inscribe dentro de una práctica que busca conectar con etapas anteriores del papado.
En cada elección, los nuevos pontífices optan por abandonar su nombre de nacimiento y asumir uno nuevo. Esta decisión implica una transformación simbólica vinculada a su nueva función como obispo de Roma y cabeza de la Iglesia universal. La tradición se remonta a siglos atrás y está inspirada en referencias bíblicas donde el cambio de nombre señala el inicio de una misión divina.
Robert Prevost, de 69 años, cuenta con experiencia pastoral en América Latina y ocupó cargos clave en la Curia romana. Su elección como papa se dio tras el cónclave convocado luego del fin del pontificado de Francisco, y su nuevo nombre ya fue oficializado por la Santa Sede.
El papado de León XIV inicia con desafíos globales y eclesiales diversos. Como parte del protocolo vaticano, el nombre elegido puede leerse como una guía sobre la orientación que el nuevo líder desea darle a su pontificado, aunque no existen declaraciones formales sobre los motivos detrás de su selección.
En la historia reciente, nombres como Francisco, Benedicto o Juan Pablo también ofrecieron pistas sobre el tipo de legado que los pontífices esperaban construir, en relación con figuras religiosas admiradas o periodos anteriores de la Iglesia. Con León XIV, el nuevo papa suma un capítulo más a esa continuidad histórica.