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Adiós al “Chango Huaqueño”: despedidas de los apareceros y la noticia de su última morada
Tras el velorio en Capital, una multitud acompañó en silencio su sepelio en el cementerio de la Paz del Sur, donde colegas y amigos lo homenajearon con versos y canciones que evocaron su eterno vínculo con Huaco y la tradición jachallera.
San Juan despidió este lunes 25 de agosto a Horacio Antonio Villafañe Ahumada, el querido “Chango Huaqueño”, una de las voces más representativas del folclore cuyano y heredero natural del legado de Buenaventura Luna. La despedida comenzó con el velorio en las Salas Velatorias de la Municipalidad de Capital, que se extendió hasta las 10:30 de la mañana, y culminó con el acompañamiento silencioso de una multitud hasta su última morada en el cementerio de la Paz del Sur, en Pocito.
Nacido en Huaco en 1954, el Chango Huaqueño fue un símbolo de la cultura jachallera. Su voz y su guitarra caminaron juntas durante más de cinco décadas, llevando en cada interpretación la fuerza y la ternura de sus raíces. Su partida deja un vacío profundo en la memoria de su pueblo, que lo vio crecer y lo celebró como un emblema de la identidad sanjuanina.
El sepelio estuvo marcado por la emoción y el respeto. Amigos y colegas rindieron homenaje al artista con palabras y canciones que evocaron su historia. Entre ellos, Darío Vence lo recordó recitando versos de Don Buenaventura Luna, a quien el Chango consideraba su guía y ejemplo.
La despedida también estuvo atravesada por un anuncio significativo: Pascual Recabarren comunicó que los restos del artista serán trasladados a su natal Huaco en la primera semana de septiembre, gesto que reafirma el vínculo inseparable entre el Chango y su tierra. Aunque la vida lo obligó a partir de su lugar de origen desde joven, nunca dejó de cantarle ni de extrañarlo. Obras como Añorando Huaco, Así es mi pueblo y La Huaqueña son testimonio de ese amor profundo y constante.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la interpretación de Vallecito de Huaco, que sonó como canto final en su despedida, impregnando el aire de la esencia del Chango. Ya en el velorio, Ernesto “El Negro” Villavicencio y otros folcloristas habían rendido tributo con Jáchal en noviembre, canción de su autoría que resume el sentir de su pueblo.
El municipio de Jáchal decretó duelo departamental por 72 horas en honor a quien fue mucho más que un intérprete: un autor, un referente y un embajador de la cultura jachallera. Con once discos editados, versos cargados de identidad y recuerdos que lo inmortalizan, el Chango Huaqueño seguirá vivo en cada guitarreada y en cada encuentro de la tradición cuyana. Su voz, inseparable de la memoria popular, continuará uniendo generaciones y llevando consigo el espíritu de Huaco, su lugar en el mundo.