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África se parte en dos: una gigantesca grieta da origen a un nuevo océano

Una fractura tectónica en el este de África avanza de forma visible y podría crear un nuevo océano en millones de años. El fenómeno pone en jaque la geografía del continente y sorprende a la ciencia por su aceleración reciente.

POR REDACCIÓN

04 de mayo de 2025
La grieta más visible se extiende desde Afar, al norte, hasta el sur de Kenia. Foto: gentileza 

África, cuna de civilizaciones milenarias y hogar de una riqueza geográfica incomparable, está viviendo una transformación sin precedentes. A través de una fractura gigantesca y cada vez más visible, el continente comienza a dividirse en dos, y lo que está ocurriendo en su interior podría culminar con la formación de un nuevo océano.

El fenómeno ocurre en el Sistema del Rift de África Oriental, una zona tectónica activa que se extiende a lo largo de más de 6.000 kilómetros y atraviesa países como Etiopía, Kenia, Uganda, Ruanda, Burundi y Mozambique. En este escenario, tres placas tectónicas, la africana, la somalí y la arábiga, se están separando desde hace más de 25 millones de años. Lo que durante siglos fue imperceptible, hoy se traduce en grietas, desplazamientos de tierra, volcanes activos y valles que dejan ver el desgarramiento del continente a simple vista.

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Una ruptura que puede verse en tiempo real

A diferencia de otros procesos geológicos que solo pueden estudiarse a través de registros fósiles o modelados teóricos, esta fractura africana es observable directamente. El punto más evidente se sitúa en la región de Afar, en el norte de Etiopía, donde una de las grietas más notorias se extiende hacia el sur de Kenia, pasando por zonas cercanas al monte Kilimanjaro.

El proceso, aunque extremadamente lento en escala humana —avanza algunos milímetros o centímetros al año—, está produciendo un efecto acumulativo que podría, en el muy largo plazo, separar completamente el Cuerno de África del resto del continente. De mantenerse este ritmo, en millones de años podría formarse un nuevo océano que divida al noreste africano y cree una isla continental de gran tamaño.

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Un impacto global en curso

Según el geólogo Gilles Chazot, de la Universidad de Bretaña Occidental, este fenómeno no es nuevo en la historia geológica de la Tierra: “Los océanos de la Tierra surgen de la fractura de un continente que se divide en dos”. Lo mismo ocurrió hace unos 180 millones de años, cuando África y América se separaron y nació el océano Atlántico.

Pero lo más sorprendente ocurrió en 2005, cuando una grieta de 60 kilómetros se abrió súbitamente en el oeste de Etiopía. En cuestión de minutos, el terreno se desplazó dos metros, un cambio que normalmente tardaría siglos. Desde entonces, la comunidad científica debate si este proceso podría acelerarse más de lo previsto.

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Más allá del interés académico, esta transformación tiene implicancias estratégicas. El este de África se encuentra cerca del Canal de Suez, una arteria vital para el comercio global. Cualquier cambio geográfico importante en la región podría modificar rutas marítimas, ecosistemas y dinámicas económicas.

La Tierra sigue viva

Este tipo de fenómenos recuerdan que el planeta está en constante evolución. Así como los glaciares se derriten y los desiertos avanzan, el desgarramiento del continente africano es otra señal de los cambios profundos que se están gestando bajo nuestros pies. A escala humana, puede parecer imperceptible. Pero en la línea de tiempo de la Tierra, ya ha comenzado una transformación irreversible.

Fuente: Los Andes 

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