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Cómo el jengibre puede reducir la hipertensión, el colesterol y la inflamación crónica
Una revisión científica destaca cómo esta raíz milenaria puede reducir factores de riesgo cardíaco como la hipertensión, el colesterol y la inflamación crónica.
POR REDACCIÓN
El jengibre, conocido por sus propiedades digestivas y antiinflamatorias, ha sido objeto de una revisión científica publicada en marzo de 2025 en la revista Cureus, la cual sugiere que esta raíz picante podría tener un impacto significativo en la salud cardiovascular. El estudio evaluó múltiples ensayos clínicos y concluyó que el jengibre puede actuar sobre varios factores de riesgo vinculados a enfermedades del corazón.
Uno de los hallazgos más consistentes de la revisión es que los suplementos de jengibre pueden reducir la presión arterial sistólica, es decir, la presión en los vasos cuando el corazón late. Esta reducción es relevante porque una presión sistólica elevada somete al corazón y a las arterias a un esfuerzo prolongado, aumentando el riesgo de eventos como infartos o accidentes cerebrovasculares.
Además, el jengibre ha demostrado ser eficaz en la mejora del perfil lipídico. En personas con obesidad que tomaban metformina, el consumo de hasta 1,8 gramos diarios de jengibre produjo descensos significativos en los niveles de colesterol total, colesterol LDL (conocido como “malo”) y triglicéridos. Estos efectos podrían deberse a que los componentes activos del jengibre inhiben la síntesis de colesterol en el hígado y mejoran la actividad de las enzimas que descomponen las grasas.
La inflamación crónica es otro factor de riesgo cardiovascular que el jengibre puede ayudar a combatir. Según el análisis, el jengibre contiene compuestos fenólicos como gingeroles y shogaoles, que ejercen efectos antiinflamatorios significativos. Un estudio citado en la revisión mostró que el consumo diario de 2 gramos de jengibre durante tres meses logró reducir los niveles de inflamación.