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País > De no creer

Con una cámara oculta: alumnas descubrieron a su profesora robando dinero 

Dos estudiantes de quinto año de un profesorado instalaron un celular escondido y comprobaron que su docente sustraía dinero de sus bolsos. La mujer fue denunciada e imputada por hurto, mientras la escuela tomó medidas administrativas.

POR REDACCIÓN

Hace 9 horas
El momento del robo quedó grabado. Foto: Gentileza.

Una insólita situación ocurrió en la ciudad de Victoria, provincia de Entre Ríos, cuando dos alumnas de quinto año del profesorado de Ciencias de la Educación de la Escuela Normal descubrieron que su propia docente les robaba dinero de los bolsos dentro del aula. La revelación surgió luego de que las estudiantes colocaran un celular como cámara oculta, registrando las acciones de la docente durante las clases y los recreos.

Según relató Martín Tello, jefe de Policía de Victoria, las jóvenes habían notado faltantes de dinero desde hacía meses y decidieron investigar por sus propios medios. “Ante tal circunstancia, decidieron colocar un teléfono celular grabando hacia las carteras de ellas y, cuando revisaron estas imágenes, se percatan de que la profesora que da la clase es la persona que les revisaba los bolsos”, explicó Tello.

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El registro audiovisual permitió constatar que la docente, identificada por la Justicia como V. E., sustrajo un total de 2.000 pesos. La estrategia de la docente, según indicaron los estudiantes, consistía en aprovechar los recreos para cometer los hurtos y, en caso de que quedara algún alumno en el aula, enviarlo a Secretaría con alguna excusa para quedarse sola.

Tras revisar las imágenes, las estudiantes realizaron la denuncia correspondiente esa misma noche. La policía secuestró el material fílmico y lo remitió al fiscal a cargo, Jorge Gamal Taleb, quien imputó a la docente por el delito de hurto. La mujer no fue detenida y será indagada en las próximas horas.

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La Escuela Normal Superior “Osvaldo Magnasco” emitió un comunicado oficial tras conocerse el hecho, asegurando que se adoptaron “de manera inmediata las intervenciones y medidas pertinentes en el marco de la Potestad Disciplinaria, conforme a la normativa vigente, prosiguiendo con los procedimientos administrativos y jerárquicos correspondientes”. Además, el establecimiento subrayó que se trató de un “hecho aislado” que no representa la labor cotidiana de los docentes, quienes “con responsabilidad, vocación y esfuerzo, honran la misión docente y promueven una formación de calidad”.

Este episodio generó gran repercusión por su inusual naturaleza, recordando otros casos de docentes que incumplieron gravemente sus funciones. Por ejemplo, en Santa Fe, una terapeuta de 36 años fue condenada por abandonar y encerrar a tres niños —dos con autismo y otro con Síndrome de Down— en una ludoteca de San Lorenzo. Según la investigación fiscal, la mujer se retiró del establecimiento dejando a los menores sin supervisión durante al menos 45 minutos, con las puertas cerradas con llave. La Justicia santafesina le impuso dos años de prisión en suspenso y la inhabilitación para ejercer la docencia durante tres años.

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El caso de Victoria evidencia la importancia de la vigilancia y la denuncia ciudadana frente a irregularidades en el ámbito educativo, así como la necesidad de reforzar los mecanismos de control y confianza entre docentes y estudiantes. La rápida reacción de las alumnas y la intervención de la Justicia permitieron esclarecer el delito y tomar medidas frente a la docente involucrada, generando un precedente sobre cómo los alumnos pueden proteger sus derechos y pertenencias en entornos educativos.

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