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Efecto Whirpool: cerraron dos pymes que proveían a la fábrica
El cierre de la fábrica de Whirlpool en el Parque Industrial Pilar activó un efecto dominó en su cadena de proveedores.
POR REDACCIÓN
El cierre de la fábrica de lavarropas de Whirlpool en el Parque Industrial Pilar desencadenó un impacto en cadena en su red de proveedores locales. Al menos dos empresas que dependían casi exclusivamente de la multinacional anunciaron el cese de actividades y despidos masivos, confirmando los temores sobre el "efecto Whirlpool" en la economía local.
Primeras bajas: logística y piezas plásticas
La firma logística Translog anunció el cierre de sus operaciones en Pilar y desvinculó a 17 de sus 20 empleados, trasladando a los tres restantes a otra filial. La empresa, que había iniciado actividades en octubre de 2022 coincidiendo con la apertura de la planta de Whirlpool en Fátima, operaba un centro de distribución de 15.000 m² dedicado casi exclusivamente a gestionar el flujo de lavarropas y otros electrodomésticos de la multinacional.
En momentos de mayor actividad, Translog movilizaba hasta 80.000 piezas diarias, operando toda la semana. Sin embargo, su destino quedó sellado cuando Whirlpool comunicó la finalización del contrato y comenzó a construir su propio centro logístico de 45.000 m² frente a la planta que luego cerraría.
Paralelamente, Novax, proveedor de piezas plásticas para los lavarropas de Whirlpool, reconoció que al menos 38 puestos de trabajo están en riesgo tras el cierre de una de sus líneas de producción. El presidente de la compañía, Máximo Donzino, admitió al medio local Pilar a Diario que "es claro que nos sobra mucha gente", aunque expresó su intención de limitar los despidos.
Una crisis anunciada con raíces estructurales
El cierre de Whirlpool, que dejó sin trabajo a 220 empleados directos, no fue completamente sorpresivo en el sector. La planta, inaugurada en octubre de 2022 con el objetivo de producir 300.000 unidades anuales y exportar el 70%, nunca alcanzó esas metas.
Fuentes de la empresa explicaron que dos factores determinaron la decisión: los altos costos productivos argentinos que imposibilitaban exportar de manera competitiva, y la apertura económica que generó una caída en los precios de los electrodomésticos por la mayor competencia de productos importados. Según NielsenIQ, en octubre los lavarropas se vendieron un 20% más baratos que en el mismo mes de 2024.
Esta no es la primera vez que Whirlpool abandona la producción local: en 2003 cerró su planta de heladeras en San Luis para dedicarse a importar.
El efecto multiplicador en la cadena de valor
Los casos de Translog y Novax representan solo el inicio visible de un fenómeno que podría ampliarse. Expertos anticipan que otras empresas de transporte y logística, así como comercios y servicios locales que dependían del consumo de los trabajadores afectados, sufrirán las consecuencias indirectas del cierre.
La situación genera preocupación sobre la vulnerabilidad de las pymes que concentran su actividad en uno o pocos clientes grandes, especialmente en parques industriales donde las cadenas de valor están altamente integradas.
Mientras tanto, el Parque Industrial Pilar enfrenta el desafío de reemplazar el vacío dejado por Whirlpool y reactivar una cadena productiva que, en apenas tres años, pasó de la inauguración optimista al cierre definitivo y sus consecuencias colaterales.