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Gerbera: la planta que florece los 365 días del año y es ideal para macetas
Resistente, vistosa y de bajo mantenimiento, la gerbera se convirtió en una de las plantas favoritas para hogares y jardines.
POR REDACCIÓN
En el mundo de las plantas ornamentales, hay especies que no solo decoran, sino que también se destacan por su facilidad de cuidado. En ese grupo sobresale la gerbera, una flor que puede florecer los 365 días del año y llenar de color cualquier espacio del hogar.
Con flores grandes y vibrantes, la gerbera ofrece una amplia variedad de tonos que van del rojo, rosa y naranja, al amarillo y blanco. Su aspecto alegre la convierte en una opción ideal para jardines, balcones, patios y terrazas, aportando vida y frescura durante todas las estaciones.
Además de su belleza, esta planta se caracteriza por ser resistente y sencilla de mantener, lo que la hace perfecta para quienes no tienen experiencia previa en jardinería. Se adapta muy bien al cultivo en maceta, una ventaja clave para quienes viven en departamentos o cuentan con espacios reducidos.
La gerbera prefiere climas templados y ambientes con abundante luz natural. Si bien necesita luminosidad para florecer de manera constante, se recomienda evitar la exposición directa al sol del mediodía, especialmente en verano, para proteger sus hojas y flores.
En cuanto al riego, debe ser moderado y regular. El sustrato tiene que mantenerse apenas húmedo, evitando siempre el encharcamiento, ya que el exceso de agua puede provocar enfermedades en las raíces. Un suelo liviano, fértil y con buen drenaje resulta fundamental para su correcto desarrollo.
Otro aspecto importante es la ventilación. Los ambientes aireados ayudan a prevenir la aparición de hongos y mantienen la planta en mejores condiciones durante todo el año.
Gracias a su versatilidad, la gerbera puede trasladarse según la estación, protegiéndola del frío intenso o del calor extremo. Por estas cualidades, se consolidó como una de las flores más elegidas para sumar naturaleza, color y alegría al hogar, sin grandes exigencias de cuidado.