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La historia de Matías y el oro más soñado: rezó, lanzó "con el alma" y ganó
Después de una dura caída en Córdoba, el joven atleta de 25 de Mayo, Matías López, volvió a creer en sí mismo y, con fe y determinación, logró el oro en lanzamiento de disco en los Juegos Evita de Mar del Plata.
Por Julieta Flores Méndez Hace 8 horas
Dicen que los grandes triunfos nacen de los momentos más difíciles, y la historia de Matías López, el joven atleta de 25 de Mayo, lo confirma. En la actualidad es el ganador máximo de lanzamiento de disco en su categoría, representando a San Juan. Sin embargo, hace apenas un mes, volvió de Córdoba con una derrota que lo dejó sin aliento. Pero tras ello, decidió transformar ese golpe en impulso. Hoy, con la medalla de oro de los Juegos Evita de Mar del Plata colgada al pecho, sonríe y dice con sencillez: “Recé, lancé con el alma, y salió todo como lo soñé”.
Matías comenzó su camino deportivo casi por casualidad. Quiso iniciarse en jabalina, pero su entrenador, Miguel Álvarez, vio en él condiciones para el disco. Desde entonces, ambos trabajaron con una convicción férrea. Desde pequeño, Matías soñaba con destacarse en el deporte. “Empecé queriendo hacer jabalina (cuenta entre risas), pero mi profe me dijo que tenía talento para el disco. Le hice caso, y acá estamos”. La conexión entre ambos fue inmediata. “Vi algo distinto en él, una chispa especial, y una familia que acompañaba como pocas. La madre fue clave. Siempre creyó en su hijo y en el valor de hacer las cosas con fe y constancia”, destaca Miguel.
El camino no fue fácil. Hubo entrenamientos duros, días de frustración y noches de dudas. Pero el deseo pudo más. “Hace tres años que vengo entrenando buscando esto”, dice Matías. El entrenador recuerda ese diálogo tras perder por muy poco en Córdoba "Me prometió que no iba a volver sin una medalla de oro. Sentí que todo estaba escrito para que fuera en Mar del Plata”.
Y allí comenzó el sueño. El joven recuerda con emoción la final en Buenos Aires. “Estaba muy tenso, rezando con un rosario en la mano. Todos estaban mirando, como 'mufando', y yo solo pensaba en lanzar lo mejor que pudiera. Sentí una paz enorme cuando entré al círculo. Tiré con el corazón, y cuando vi que el disco voló, supe que era el lanzamiento del oro”.
Con un registro de 46,63 metros, superó en el último intento a sus rivales de Mendoza y Entre Ríos. Matías cuenta que todo fue como una película, y él solo pensaba en abrazar inmediatamente a su entrenador.
De regreso en su tierra, su familia lo recibió eufórica: “Mi familia estaba orgullosa, me apoyaron siempre, igual que mi profesor. Cuando volví a San Juan con la medalla fue un sueño. La trajimos a casa, tanto que la esperábamos”, contó con una sonrisa.
Matías contó que su sueño es más alto todavía: “Sueño con ponerme la celeste y blanca. ¿Por qué no? Si llegué hasta acá, puedo llegar más lejos” cerró el joven con mucha convicción, destacando que se entrena aún casi a diario para lograr la mejor versión día a día, acompañado de su entrenador y familia que sigue confiando en que su camino recién empieza.