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La Agrotécnica de Valle Fértil pierde cultivos, pero apuesta por especies nativas

En diálogo con DIARIO HUARPE, el director de la agrotécnica Ejército Argentino de Valle Fértil, Carlos Mercado, destacó el logro, aunque advirtió que la escuela enfrenta una situación crítica por la falta de agua y la pérdida total de sus cultivos.

Hace 7 horas
En medio de un contexto de sequía, la Escuela Agrotécnica de Valle Fértil se erige como un símbolo de resiliencia y compromiso ambiental.

La iniciativa, concretada este miércoles, marca un hito para la Escuela Agrotécnica de Valle Fértil. Según explicó el director Carlos Mercado, la actividad se desarrolló en el marco del proyecto “Tierra de Vainas - Primer bosque de algarrobo”, y contó con la participación de alumnos de tercer, cuarto y quinto año, quienes trabajaron desde el área de vivero y producción forestal.

El dato más relevante es que los 190 plantines de algarrobo utilizados en la plantación fueron producidos por los propios estudiantes, en un proceso que comenzó el año pasado con la siembra y el cuidado de especies nativas. Además del algarrobo, la escuela también trabaja con jarilla, espinillo y tusca, aunque en menor escala por las dificultades que presentan estas especies para reproducirse.

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El terreno elegido para esta primera experiencia ocupa casi un cuarto de hectárea. Si bien la institución dispone de más espacio, uno de los principales desafíos es el cerramiento del área, ya que cabras, ovejas y otros animales ingresan constantemente al predio. “El algarrobo es muy rústico y adaptado al lugar, pero los plantines son muy sensibles en sus primeras etapas”, explicó Mercado.

Un proyecto con visión pedagógica y ambiental

El director definió el proyecto como un triple desafío: productivo, ecológico y pedagógico. Desde lo productivo, apunta a la generación autosustentable de algarroba, mientras que desde lo ambiental contribuye a la reforestación con especies autóctonas. Pero su mayor valor, subrayó Mercado, está en el aprendizaje que deja a los estudiantes.

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“El propósito es que los chicos vean que plantar nativas no es difícil y que pueden replicarlo en sus casas. Queremos volver a enamorarlos de nuestras especies, porque son las únicas que prosperan en este cuadro terrible de sequía”, señaló.

El docente sostuvo que en la región los árboles exóticos como el fresno o la mora no logran sobrevivir, mientras que las nativas, adaptadas al clima árido, ofrecen una alternativa viable frente al avance de la desertificación.

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La sequía y la pérdida total de los cultivos

El orgullo por el nuevo bosque convive con una realidad alarmante: la sequía extrema que golpea al departamento del Este sanjuanino ha dejado a la escuela sin cultivos productivos.

“Hemos perdido toda la superficie cultivada, no tenemos nada”, lamentó Mercado.

La institución perdió cinco hectáreas de alfalfa y el total de sus frutales, entre ellos duraznos y cítricos. Esta pérdida también afecta al área de producción animal, ya que sin forraje disponible resulta cada vez más difícil alimentar a vacas, cabras, ovejas y chanchos que permanecen en los corrales de la escuela.

El colapso de las fuentes de agua

La crisis hídrica tiene su raíz en el colapso del sistema de riego y la falta de lluvias. Históricamente, los cultivos se abastecían con agua superficial distribuida por Hidráulica, pero ese suministro no llega desde hace dos años. A esto se sumó la falla de la perforación propia, instalada a 19 metros de profundidad.

“La última vez que la bomba extrajo agua de manera constante fue en marzo de 2022. Hoy solo funciona cinco minutos antes de agotarse”, explicó Mercado.

Según el director, eso demuestra que las napas no se han recargado y que apenas queda medio metro de agua a esa profundidad. “La falta de lluvias es total, y sin lluvias no hay forma de recuperar el nivel freático”, agregó.

Buscando soluciones en medio de la crisis

Frente a este panorama, la escuela ha debido recurrir a estrategias de emergencia para mantener con vida las nuevas plantaciones. “Con esos cinco minutos que funciona la bomba, llenamos un tanque y llevamos el agua al lugar donde están los algarrobos. Es poco, pero alcanza para que enraícen”, contó el director.

En paralelo, la institución solicitó al Ministerio de Educación la realización de nuevos estudios geoeléctricos que permitan determinar si es posible perforar más profundo en busca de agua. El pedido fue presentado el año pasado, pero hasta el momento no han recibido respuesta.

Un acto de resiliencia educativa y ambiental

En medio de un contexto de sequía histórica, la Escuela Agrotécnica de Valle Fértil se erige como un símbolo de resiliencia y compromiso ambiental. A pesar de las pérdidas y las limitaciones, sus docentes y alumnos apuestan a un futuro posible desde la educación y el trabajo con especies nativas.

“Queremos mostrar que se puede, que el algarrobo es parte de nuestra identidad y también de la solución frente a la crisis hídrica y climática”, concluyó Mercado.

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