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Migue Granados reunió a los históricos de VideoMatch en Olga
En una emisión cargada de nostalgia, Olga reunió a los íconos del humor televisivo de los ’90 para homenajear a VideoMatch con anécdotas inolvidables, sketchs clásicos y un reencuentro que emocionó a toda una generación.
POR REDACCIÓN
En la noche del lunes, la pantalla del canal de streaming Olga se convirtió en una máquina del tiempo cargada de risas, recuerdos y emociones. En el marco del ciclo Capricho, creado y conducido por Migue Granados, se rindió homenaje al histórico programa VideoMatch, uno de los fenómenos televisivos más emblemáticos del humor argentino.
Durante más de cuatro horas, desfilaron anécdotas, fragmentos de sketchs memorables, confesiones y emociones compartidas por quienes construyeron una época dorada de la comedia en la televisión local. José María Listorti, Pablo Granados, Pachu Peña, Miguel Ángel Rodríguez, Jorge “Carna” Crivelli, Sergio Gonal, Sebastián Almada, Álvaro Navia, Pichu Straneo, Diego Pérez y Fredy Villarreal revivieron los días en los que cada noche millones de argentinos se reunían frente al televisor para reír sin parar.
Uno de los momentos más intensos fue el relato de Fredy Villarreal sobre su célebre personaje Figuretti. Entre risas y tensión, reveló un episodio inédito: durante una infiltración en la Cumbre de Presidentes de 1997 en Venezuela, fue detenido, le fracturaron un dedo y quedó indocumentado en Isla Margarita. Fue necesario que interviniera incluso Carlos Menem para que pudiera recuperar su documentación. “Me cagaron a trompadas... Pero yo decía que tenía que trascender a partir del humor”, confesó.
El homenaje también incluyó un momento de recogimiento al evocar a dos figuras entrañables que ya no están: Leo Rosenwasser y Toti Ciliberto. Sus compañeros compartieron recuerdos imborrables y reconocieron su legado en la forma de hacer humor: transgresor, absurdo, empático y popular.
La emisión recuperó clásicos como Topus 4, Chatruc, Noti Pip y las inolvidables cámaras ocultas, que representaban un humor jugado, creativo y muchas veces incómodo, pero profundamente eficaz. La audiencia respondió con emoción: más de 450.000 visualizaciones en apenas 12 horas y miles de mensajes que confirmaron el valor emocional del reencuentro.
“Cené con mis papás mirando Olga y fueron cuatro horas a pura risa y nostalgia”, escribió una espectadora. Otro usuario agregó: “Hoy no tengo a mis viejos, pero fue como si estuviese con ellos viendo el pasado. Qué lindo ser gurí por un rato”.
El evento dejó algo más que risas. Fue un ejercicio de memoria colectiva, un abrazo generacional que unió pasado y presente. En una era donde lo digital fragmenta y acelera, este especial recordó que el humor compartido —ese que se vivía en la mesa familiar, frente al televisor— sigue ocupando un lugar esencial en la identidad cultural argentina.
VideoMatch, con su mezcla de audacia, ternura y locura, no fue solo un programa: fue un lenguaje, una época y una escuela. Y gracias a Olga, volvió para recordarnos por qué nos hacía —y aún nos hace— reír hasta las lágrimas.