Publicidad
Publicidad

Provinciales > Historias sanjuaninas

Orfebrería de estirpe: Maxi Vasquez, joyero de tercera generación en San Juan

Maxi Vasquez heredó el arte del fuego y el martillo de su abuelo y padre. Sus joyas tradicionales de oro y platino hechas en San Juan hoy se exportan a Francia y Estados Unidos.

Uno de los trabajos que realiza el orfebre Maximiliano Vasquez, de San Juan para el mundo.

Cuando se habla de oficios que se transmiten de generación en generación, el trabajo de Maximiliano Vasquez es uno de los ejemplos más claros en San Juan. Maxi es la tercera generación de joyeros en su familia y lleva 23 años dedicados a la orfebrería tradicional, un arte que hoy se mantiene vivo en su taller local y que ha logrado trascender fronteras. En el marco del Día Internacional del Joyero, conocemos su historia.

Su abuelo, José Vasquez, fue quien inició el camino; luego su padre, Juan Carlos Vasquez, continuó con esa pasión en un pequeño taller familiar. Maxi creció en ese ambiente de herramientas, fuego y metales.

Publicidad

"Mi viejo me llevó al taller y yo veía. De a poco me empezó a llamar la atención y él, a modo de juego, me hacía fabricar o hacer algo. Así me fui enganchando hasta que un día descubrí me apasionaba lo que hacía", recordó Maxi de sus inicios en el taller.

Maxi Vasquez en su taller trabajando.

El legado tomó forma definitiva con el tiempo. Cuando llegó el momento de decidir qué hacer, no hubo dudas. Nada lo apasionaba tanto como ese oficio silencioso y detallista, donde cada pieza es única.

El taller del padre: semilla de la pasión

La pasión por el oficio nació cuando era un niño. Su padre lo llevaba al taller y, a modo de juego, le hacía fabricar o hacer algo. De esta manera, Maxi se fue "enganchando" a la orfebrería hasta que un día descubrió que nada lo apasionaba tanto como lo que hacía.

Publicidad

El nivel de detalle marca la dedicación al trabajo y el talento de Vasquez.

Fiel a este legado, Maxi se dedica a la creación de joyas a pedido, trabajando exclusivamente con metales preciosos como platino, oro blanco y oro rojo— y con brillantes y piedras naturales. Las piezas más comunes que fabrica son anillos, alianzas, dijes y cadenas, respondiendo generalmente al "sueño de una persona" o a un regalo especial. El proceso arranca con una charla previa con el cliente para sacar toda la información y plasmar la idea en un papel antes de la fabricación.

La "vieja escuela": fuego, martillo y microscopio

La técnica que Maxi emplea es el corazón de la tradición heredada. Sus herramientas esenciales son el fuego, el martillo, el cincelado y el labrado. El proceso de fabricación es complejo y comienza con la fundición del metal, seguida del laminado para después empezar a manipularlo, doblarlo y soldarlo.

Publicidad

Debido a que trabaja con calados muy chicos, el oficio exige una minuciosidad extrema. Un anillo, por ejemplo, puede llevarle aproximadamente dos semanas de trabajo concentrado. Anteriormente, dependía mucho de la lupa, lo cual cansaba la vista. Sin embargo, demostrando que la profesión debe avanzar, Maxi ha incorporado un microscopio para agilizar y mejorar tareas como el engaste de piedras. El uso de la tecnología lo ayuda mucho a avanzar en este tema.

El trabajo es tan delicado que, si se comete un error, puede ser una "falla catastrófica" que obliga a arrancar de nuevo. Maxi también debe guiar al cliente, pues a veces las ideas generadas mentalmente, como combinar materiales incompatibles (por ejemplo, madera y metal, que él no trabaja), no son factibles de llevar a cabo en la joyería tradicional.

Rompiendo mitos: el sello sanjuanino en el exterior

A pesar de que existe una "cultura" o un mito de que la joyería fina viene de afuera o de Buenos Aires, Maxi ha logrado desafiar esta percepción. Con esfuerzo, ha remado contra la idea de que en San Juan no existe el potencial para muchas cosas.

Sus creaciones se realizan completamente en San Juan y han logrado salir al exterior, llegando a países como Estados Unidos, Francia y España. Sus trabajos, visibles en las redes sociales, son el testimonio del éxito de esta orfebrería hecha en la provincia.

Continuidad y sostenibilidad

En el aspecto comercial, Fernanda Castillo, su pareja, se encarga de la atención al público y la visualización de las creaciones de Maxi, ayudando a diferenciar la marca.

Para ayudar a los clientes a asumir los costos elevados de los materiales y los minerales naturales, Maxi ofrece una alternativa que también honra la tradición: la reutilización o resignificación del metal antiguo. Los clientes pueden llevar al taller el anillo de una abuela o alianzas viejas para fundirlas y convertirlas en una pieza nueva, manteniendo el valor sentimental y abaratando mucho los costos. Reciben material (plata, oro, oro blanco y platino) incluso de otras provincias con este fin. Además, realizan reparaciones en joyería, rescatando piezas antiguas que se creían perdidas o rotas.

Orfebre del amor

Maxi y Fernanda están próximos a contraer matrimonio. Luego de la propuesta, el propio orfebre se puso manos a la obra y realizó la alianzas de su propio casamiento.

Las alianzas que realizó Maxi para su propio casamiento con Fernanda.

Contacto

El Instagram para conocer el trabajo de Maxi es @maximilianovasquez_orfebre

Publicidad
Publicidad
Más Leídas
Publicidad
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS