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Escuela Domingo French: Educación admitió problemas, pero no alcanzó para frenar la toma
Padres y madres de la comunidad educativa de Las Lagunas sostienen la medida de fuerza iniciada el 5 de agosto. Aunque funcionarios constataron las graves falencias edilicias, aseguran que no se irá nadie hasta que lleguen soluciones concretas.
A casi una semana del inicio de la toma de la Escuela Domingo French, en Las Lagunas, departamento Sarmiento, la comunidad educativa se mantiene firme: la protesta continúa, pese a que funcionarios del Ministerio de Educación recorrieron el edificio y constataron la veracidad de los reclamos.
“Seguimos con la escuela tomada. El jueves vinieron, vieron todo, y reconocieron que teníamos razón, pero los compromisos de las soluciones no llegaron”, expresó una madre en diálogo con DIARIO HUARPE. Para ella y los otros padres, la visita de los secretarios fue insuficiente: exigen que la ministra esté presente y que no se repita la historia de promesas incumplidas.
Problemas críticos y sin resolver
Durante la inspección ministerial, los funcionarios pudieron comprobar el estado crítico del establecimiento: puertas atadas con alambres, baños colapsados, cocina inutilizada, falta de calefacción, y un albergue escolar declarado “inhabitable” por el propio personal técnico del ministerio que se hizo presente.
La Escuela Domingo French alberga los niveles inicial, primario y secundario, y recibe a decenas de alumnos albergados durante la semana. La falta de gas, agua potable de red, y condiciones mínimas de infraestructura convierten la vida diaria en el establecimiento en una experiencia riesgosa e indigna, tanto para los alumnos como para el personal docente.
“Nuestros hijos no pueden seguir estudiando en estas condiciones”, afirman los padres, visiblemente molestos por lo que califican como “años de abandono estatal”.
Clases virtuales en una zona sin internet
Con la toma vigente, las clases presenciales se encuentran suspendidas y se intenta sostener el dictado a través de modalidad virtual, algo extremadamente difícil en una comunidad rural y con escasa conectividad. Muchos alumnos no tienen acceso a internet en sus hogares, lo que agrava la brecha educativa.
Además, señalan que la supervisora escolar y otros funcionarios locales están al tanto desde hace años de estas problemáticas, pero nunca lograron canalizar soluciones efectivas. “Nos cansamos de presentar notas, expedientes, de esperar. Siempre nos dieron parches”, aseguraron.
La comunidad exige respuestas de fondo
El enojo crece porque, a pesar del relevamiento, los padres sienten que siguen sin obtener respuestas concretas. Permitirán el ingreso únicamente del personal técnico que el martes próximo prometió volver con un informe y una posible solución, pero no levantarán la medida hasta que eso ocurra.
“La ministra tiene que venir. Ya no confiamos en más intermediarios”, fue el mensaje claro de los manifestantes. El lema que cuelga en la puerta del edificio resume el sentimiento colectivo: “Escuela Tomada. No más parches”.
Un grito que no piensa callarse
El mensaje de la comunidad educativa de Las Lagunas es contundente: no levantarán la toma hasta que vean maquinaria y obras en marcha, y no aceptarán más dilaciones. Dicen sentirse abandonados y discriminados por vivir lejos de la ciudad, y reclaman su derecho a una educación digna.
“¿Nuestros hijos no valen lo mismo que los de la ciudad?”, se preguntan con angustia, pero también con una firmeza que esta vez, aseguran, no se romperá con promesas vacías.
Como ya ocurrió en 2016, esta comunidad está decidida a mantener la medida de fuerza hasta obtener las respuestas y las obras que sus hijos merecen, dejando en claro que para ellos, los tiempos de los "parches" han terminado y solo aceptarán "soluciones concretas".