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Presti ordenará una auditoría exhaustiva en IOSFA para sanear la obra social militar
Aún sin asumir formalmente, Carlos Presti logró imponer a su equipo en la cúpula de las Fuerzas Armadas. Su primer gran medida será intervenir la obra social IOSFA, que arrastra una deuda de $200.000 millones y graves problemas de atención.
POR REDACCIÓN
Aunque aún no ha asumido formalmente, el designado ministro de Defensa, Carlos Presti, ya logró imponer a sus candidatos en la cúpula de las Fuerzas Armadas y prepara medidas contundentes para intervenir en IOSFA, la obra social de los militares que atraviesa una crisis profunda. Mientras, el saliente ministro Luis Petri despide su gestión con hitos simbólicos, como la recepción de los aviones F-16 y un viaje a la Antártida.
El teniente general Carlos Presti ha decidido solicitar su pase a disponibilidad en los próximos días, un movimiento que le permitirá conservar su rango militar durante al menos seis meses al frente del Ministerio de Defensa. De esta forma, mantendrá su jerarquía cuando tome el control de la cartera el próximo 10 de diciembre, sucediendo a Luis Petri, quien dejará el gabinete para ocupar una banca en la Cámara de Diputados.
Presti también conservará su grado al momento de nombrar formalmente a su sucesor en la jefatura del Ejército: el general de división Oscar Zarich, un compañero de promoción y hombre de su entera confianza. "Lo tomo como un desafío mayor, porque no puedo defraudarlo al tratarse de él", le confió Zarich a colegas cercanos.
Una cúpula militar con camaradería y rotación
El futuro ministro evitó un potencial conflicto institucional al designar al vicealmirante Marcelo Dalle Nogare, de la Armada, al frente del Estado Mayor Conjunto, un cargo que esa fuerza reclamaba desde hacía tiempo. "Es algo más que merecido. Me parece sano que haya una rotación real para prevenir roces. La cúpula que quedó son personas que se conocen y hay camaradería", destacó una alta fuente militar.
Esta configuración de la cúpola castrense refleja el primer triunfo político de Presti incluso antes de su asunción formal, consolidando un equipo afín y con experiencia operativa compartida.
La crisis de IOSFA: el desafío urgente
Uno de los primeros y más urgentes desafíos que enfrentará Presti será la intervención en el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA), la tercera obra social más grande del Estado, con más de 600.000 afiliados. El organismo arrastra una deuda estimada en $200.000 millones, un déficit operativo mensual de $10.000 millones y graves problemas para cubrir prestaciones médicas, afectando incluso a pacientes oncológicos y trasplantados.
Las críticas al sistema son amplias: los afiliados denuncian falta de recursos para tratamientos costosos, mientras las autoridades sospechan de un mal manejo de fondos. "Sin dar prestaciones, igual persiste el pasivo", señaló con preocupación una fuente castrense.
La doble estrategia: división y auditoría exhaustiva
Según pudo conocer Infobae, Presti planea dos medidas iniciales para abordar la crisis. En coordinación con la futura ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, ordenará una exhaustiva auditoría para detectar posibles irregularidades cometidas en el pasado.
Paralelamente, se avanzará en un plan para dividir el organismo: una entidad se dedicará exclusivamente a los efectivos de las fuerzas de seguridad (bajo la órbita del Ministerio de Seguridad), y otra atenderá a los miembros de las Fuerzas Armadas. Esta división ya había sido anticipada por la actual ministra Patricia Bullrich, quien argumentó que las fuerzas de seguridad "se sienten mal en el IOSFA" porque pagan por una burocracia que no les retorna servicios adecuados.
La reforma requerirá modificar el decreto 637/2013 que creó el IOSFA, y se espera que el Ministerio de Economía asuma la deuda acumulada para permitir un nuevo comienzo.
Un contexto de modernización y ajuste
Presti asumirá en un momento particular para las Fuerzas Armadas, marcado por la reciente incorporación de los aviones F-16 pero también por negociaciones sensibles, como la posible adquisición de submarinos a Francia y fusiles a Israel. "Tiene una visión clara sobre el futuro de las Fuerzas Armadas que quiere para el año 2050, pensando en las guerras que vienen, no en las que pasaron", comentó una fuente cercana.
No obstante, el uniformado devenido en ministro deberá negociar con el Palacio de Hacienda los recursos para estas adquisiciones, en un escenario de ajuste fiscal estricto. Su capacidad de gestión se pondrá a prueba entre la necesidad de modernización y la urgencia de sanear la situación interna de los militares y sus familias.