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Retamero, de Gualcamayo: “No puede haber minería si no hay un control absoluto”
El español Juan José Retamero, quien comando el grupo Aisa, propietario de la mina Gualcamayo, habló sobre la expectativa que hay sobre el proyecto, el RIGI y la relación con el Gobierno de San Juan.
En el año 2015, Juan José Retamero desembarcó en Argentina, primeramente, lo hizo a través de la industria vitivinícola y luego en 2022, el holding familiar Aisa que lidera, se hizo con la mina de oro Gualcamayo en San Juan. Con una visión firme, logró remontar un proyecto que estaba al borde del cierre, logrando que vuelva a producir y que el objetivo sea que la relación se extienda, al menos, 20 años más en la provincia.
DIARIO HUARPE pudo hablar con Retamero, quien afirma de a poco va conociendo San Juan, pero en cada oportunidad de la charla que tiene destaca el valor de su gente. Entrando de lleno en Gualcamayo, afirma que “en la mina vez un equipo que roza la excelencia. Con un equipo así tu puedes enfrentar cualquier desafío”
“La mina hoy está en producción. Produce 150 onzas diarias y está generando esos recursos para dar las siguientes inversiones. Hoy en día es una empresa limpia, solvente, sana y que depende de si mismo, eso es un éxito, no he conocido un éxito igual en mis 49 años”, destacó.
En este contexto, la cuestión ambiental es clave y Retamero lo tiene en claro: “No puede haber minería si no hay un control absoluto. Lo voy a defender en cualquier situación y cualquier momento”.
Marca que en la empresa hay dos conceptos básicos que priman sobre todo: medio ambiente y seguridad. “La seguridad para el trabajador, la formación adecuada para minimizar el riesgo en una industria que tiene riesgo”, detalló y agregó que “No vamos nunca a escatimar un solo céntimo, al contrario, en minimizar cualquier impacto medioambiental o de seguridad”.
“Nos interesa invertir en exploración para que no solo sean 20 años, sino que sean 200 años. Acordaros que Gualcamayo tiene el 3 – 4% de la propiedad explorada, todo está por hacer”, dijo el empresario, marcando la intensión de una relación larga en la provincia.
El RIGI que no llega
Desde Gualcamayo habían presentado tiempo atrás un proyecto al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) por la friolera cifra de 1.000 millones de dólares, sin embargo, este luego fue dado de baja y presentado uno nuevo por 700 millones de dólares. Ante esto, Retamero explicó que “Bajamos el RIGI porque forma parte de un proceso perfectamente instrumentado, pero prácticamente lo que hicimos fue dejar DCP (Proyecto Carbonato Profundos) y el resto de cosas, pero el trámite formal fue sacar un RIGI e ingresar otro”.
El RIGI estaba compuesto por obras que incluían el valle de lixiviación, una planta de cales, una pequeña planta fotovoltaica para abastecer los requisitos de la mina y un gaseoducto. “Tenemos que entender que el RIGI es nuevo para nosotros, pero también es nuevo para las autoridades y hay que implantarlo, hay que conocerlo, tienes que interactuar, sino es difícil y que es un régimen que tiene que perdurar 30 años”.
Respecto de la demora en la aprobación por parte del Gobierno nacional para este último RIGI, Retamero dijo que “no soy crítico en la demora del RIGI, para nada, prefiero que se demore dos meses más a cambio de 30 años de cero incidencia”, destacando a su vez que esta herramienta da previsibilidad al empresario y, sobre todo, tranquilidad.
La relación con Orrego
El empresario español habló también de la relación institucional que mantiene con el gobernador Marcelo Orrego: “Tiene una disposición total, está muy ilusionado con la reapertura de Gualcamayo y con este proyecto a 20 años, pero no solo el gobernador, sino también sus ministros de Producción (Gustavo Fernández), de Minería (Juan Pablo Perea), están empujando, ayudándonos”.
Para finalizar, destacó el desafío de trabajar la mina Gualcamayo, “no se levanta un muerto de la noche a la mañana, se levanta porque hay un equipo de personas que está apoyado y por este Gobierno que está haciendo esto posible”.
Dato
3 millones de onzas son las reservas certificadas en Gualcamayo y el objetivo es que en 20 años estén fuera.