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Se enciende una alarma: un asteroide tiene "altas chances" de impactar en la Tierra
Un estudio reciente publicado en Science Advances ha revelado los dramáticos efectos que podría causar el impacto de un asteroide de tamaño medio sobre la Tierra, generando preocupación en el mundo.
Por Mauro Cannizzo 06 de febrero de 2025
Un estudio reciente publicado en Science Advances ha revelado los dramáticos efectos que podría causar el impacto de un asteroide de tamaño medio sobre la Tierra, generando preocupación en el mundo. Según el análisis, un asteroide de aproximadamente 500 metros de diámetro podría provocar un descenso global de temperaturas de hasta 4 grados centígrados, reducir las precipitaciones en un 15% y alterar profundamente la química atmosférica, lo que afectaría la fotosíntesis global. Los investigadores, liderados por el Centro de Física del Clima de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur, han modelado estos posibles efectos utilizando el asteroide Bennu como ejemplo, cuya colisión con la Tierra tiene una probabilidad estimada de 1 entre 2.700 para el año 2182.
Para entender el impacto de un asteroide de este tipo, los científicos consideraron una inyección masiva de polvo, aerosoles, escombros y cenizas en la atmósfera, con un rango estimado entre 100 y 400 millones de toneladas. Este material suspendido generaría un "invierno de impacto" que oscurecería el sol durante tres a cuatro años, reduciendo drásticamente la cantidad de luz solar que llega a la superficie terrestre. Las simulaciones sugieren que este escenario podría llevar a una caída de temperaturas globales de hasta 4 grados y una disminución del 15% en las precipitaciones a nivel mundial, alterando gravemente los ecosistemas.
Las consecuencias que podrían surgir tras el posible impacto de un asteroide en el mundo
Un aspecto crítico del impacto sería la pérdida del 32% de la capa de ozono, lo que provocaría un aumento en la radiación ultravioleta que llegaría a la Tierra. Este fenómeno afectaría la productividad primaria neta, con una caída del 36% en los ecosistemas terrestres y del 25% en los marinos, lo que pondría en serio peligro la seguridad alimentaria global. El estudio señala que la fotosíntesis se vería inmediatamente afectada, con una reducción de entre el 20% y el 30%, lo que dificultaría el crecimiento de las plantas y alteraría los ciclos naturales de carbono.
A pesar de los efectos devastadores sobre los ecosistemas terrestres, el estudio destaca un comportamiento distinto en los océanos. El plancton marino, por ejemplo, podría recuperarse rápidamente, con un aumento en su población en el plazo de seis meses. Además, dependiendo del contenido en hierro del asteroide y del material expulsado hacia la estratosfera, algunas zonas oceánicas podrían enriquecerse con hierro biodisponible, favoreciendo la proliferación de diatomeas en el Pacífico ecuatorial oriental y el océano Antártico.
Aunque los investigadores advierten que sus modelos no incluyen factores como las emisiones de hollín y azufre procedentes de incendios forestales, los efectos climáticos podrían ser aún más amplificados si se consideran estos elementos adicionales. La historia de la Tierra ha sido testigo de varios impactos de asteroides, siendo el más famoso el de Chicxulub, que causó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años. En la actualidad, estudios más detallados sobre asteroides como Bennu, que fue visitado por la misión Osiris-Rex de la NASA, siguen arrojando nueva información sobre la composición de estos cuerpos celestes, abriendo la puerta a nuevos descubrimientos sobre la vida en el espacio.