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Economía > Endeudamiento

Sube la morosidad de las familias argentinas y ya afecta al 50% de los hogares

En el primer semestre 2025 la mitad de los hogares argentinos tuvo que usar ahorros, pedir dinero prestado, vender pertenencias y hasta comprar comida en cuotas.

POR REDACCIÓN

21 de noviembre de 2025
Las estadísticas del Indec mostraron un aumento en el endeudamiento. (Foto ilustrativa)

La combinación de caída del salario real, aumento del desempleo y cierre acelerado de empresas derivó en un fuerte deterioro financiero en los hogares argentinos. A pesar de la baja de la inflación lograda por el gobierno de Javier Milei, el impacto social del ajuste se intensificó y derivó en un récord de endeudamiento y morosidad, según informes recientes del Indec y del Banco Central.

El informe del Indec “Estrategias de manutención: ¿cómo organizan su economía los hogares argentinos?” reveló que en el primer semestre de 2025 la mitad de los hogares debió recurrir a ahorros, préstamos, ventas de pertenencias o compras fiadas para poder llegar a fin de mes. El organismo marcó que el uso de ahorros pasó del 19,9% en 2003 al 37,4% en 2025, y que los préstamos bancarios y el financiamiento informal crecieron de manera sostenida.

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En ese contexto, el Banco Central confirmó que la morosidad de las familias volvió a aumentar en septiembre y llegó al 7,3%, el nivel más alto desde que existen registros, iniciados en 2010. Se trata del undécimo incremento consecutivo, impulsado principalmente por los préstamos personales (que subieron al 9,1%) y las tarjetas de crédito, cuya irregularidad escaló al 7,4%.

El deterioro también llegó a los préstamos prendarios, mientras que los hipotecarios se mantuvieron estables en 0,9%. Entre las empresas, la morosidad avanzó de 1,4% a 1,7%, con mayor impacto en los créditos con garantía prendaria. En total, considerando familias y compañías, el índice de irregularidad pasó del 3,7% al 4,2%, el más elevado desde inicios de 2022.

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Los datos dan cuenta de un cambio profundo en la estructura económica de los hogares. Según el Indec, el 50,9% debió financiar compras en cuotas o al fiado, el 16,1% pidió dinero a familiares o amigos, el 14,2% recurrió a financieras y el 9,3% vendió pertenencias.

Para los especialistas del CEPEC, “el financiamiento dejó de ser una herramienta de progreso para transformarse en un mecanismo cotidiano de supervivencia”, donde la deuda reemplaza al ahorro y a la mejora real de los ingresos. El Indec concluyó que, ante la falta de recursos laborales y no laborales, los hogares recurren a estrategias de descapitalización y endeudamiento para cubrir sus necesidades más básicas.

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