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Tos convulsa: alerta por muertes y cómo prevenirla
El aumento de casos de coqueluche en Argentina genera preocupación y refuerza la importancia de la vacunación para evitar complicaciones graves.
POR REDACCIÓN
El incremento significativo de casos de tos convulsa, también conocida como coqueluche, en Argentina ha motivado una alerta sanitaria en la provincia de Buenos Aires tras confirmarse la muerte de cuatro niños menores de dos años en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Las víctimas residían en distintas zonas del conurbano bonaerense: una niña en La Plata, dos en Merlo y otra en La Matanza, según confirmaron fuentes oficiales del Ministerio de Salud de la provincia. La situación se agrava debido a que la cobertura de vacunación no alcanzó los niveles esperados, lo que contribuye a la propagación de esta enfermedad respiratoria aguda causada principalmente por la bacteria Bordetella pertussis.
Según el último Boletín Epidemiológico Provincial, los casos confirmados de coqueluche triplican los valores registrados en 2024, y las muertes se concentran en niños menores de dos años. En ese contexto, la mayoría de los fallecidos no había recibido la vacuna o, en el caso de un recién nacido, la madre no fue inmunizada durante el embarazo.
El informe nacional hasta la semana 42 de 2025 indica que se registraron 382 casos confirmados sobre 3.589 sospechas en todo el país, con predominancia de la bacteria en más del 84% de los afectados. Las provincias con más casos son Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tierra del Fuego.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) había advertido en junio sobre un repunte de la enfermedad en América Latina, con brotes en Brasil, Colombia, México, Paraguay y Perú, luego de una década de disminución.
La tos convulsa comienza con síntomas leves en las vías respiratorias superiores y evoluciona hacia una tos paroxística intensa, caracterizada por una inspiración brusca que puede ir acompañada de vómitos. Es altamente contagiosa y puede resultar especialmente grave en lactantes.
La médica infectóloga Silvia González Ayala, presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP), explicó que el cuadro inicia con tos nocturna o matutina que se extiende durante el día y dura aproximadamente una semana. “Este primer periodo dura alrededor de una semana y es el de mayor contagiosidad, ya que la persona continúa con sus actividades habituales”, detalló.
Por su parte, el infectólogo Hugo Pizzi, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, señaló que la bacteria provoca accesos de tos conocidos como tos quintosa, y que la inspiración forzada tras estos episodios puede generar cianosis, poniendo en riesgo la vida del niño. En menores vacunados y adultos, la enfermedad puede manifestarse como una tos persistente que dura hasta diez semanas.
Los cuadros más graves se presentan en menores de seis meses, especialmente en prematuros o niños sin vacunación completa, así como en bebés cuyas madres no recibieron la vacuna durante el embarazo.
El Ministerio de Salud bonaerense informó que hasta la semana epidemiológica 40 se notificaron 772 casos sospechosos, con 63 confirmados y 252 probables. La mayoría se concentran en el AMBA, con tasas más altas en La Plata y el sur del Conurbano. El 55% de los casos confirmados corresponde a niños de hasta un año, predominando en niñas.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitió una alerta resaltando que “la vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir las formas graves y las muertes por coqueluche” y enfatizó la necesidad de mantener coberturas superiores al 95% en los grupos objetivo.
González Ayala destacó la importancia de la inmunización en embarazadas para proteger a los recién nacidos y lactantes menores de seis meses. “Es fundamental cumplir con el Calendario Nacional. Y cuando se confirma un caso, hay que realizar el control de foco en convivientes y contactos, que consiste en completar esquemas de vacunación y administrar antibióticos para evitar el desarrollo de la infección”, indicó.
El Calendario Nacional de Vacunación establece la aplicación de la vacuna en distintos grupos para asegurar protección temprana y continua.
Entre las complicaciones más graves en menores de seis meses se destacan bronconeumonía, convulsiones y daño neurológico permanente. Aunque la letalidad general es baja, se concentra principalmente en lactantes menores de un año, alcanzando hasta un 3% en menores de dos meses.
Para contener la circulación de la enfermedad, el Ministerio de Salud bonaerense recomendó consultar a un médico ante síntomas sospechosos y adoptar medidas como aislamiento respiratorio durante al menos cinco días de tratamiento antibiótico, búsqueda activa y seguimiento de contactos, profilaxis antibiótica en grupos de riesgo, y verificación y refuerzo de esquemas vacunales.
Las autoridades insistieron en la importancia de acudir rápidamente ante síntomas como tos persistente, dificultad respiratoria o episodios de apnea, especialmente en lactantes, y recordaron que las dosis de la vacuna son gratuitas y obligatorias en el sistema público.