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Sociedad > Flexibilidad laboral

Trabajo remoto: cómo impacta en productividad y costos para empresas

La modalidad híbrida crece en Argentina y ofrece ahorros significativos, aunque requiere adaptaciones para mantener el rendimiento y el bienestar laboral.

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
Las experiencias de trabajadores resaltan la autonomía y el tiempo ganado. Foto: Gentileza.

Desde la irrupción de la pandemia, el trabajo remoto ha dejado de ser una medida transitoria para convertirse en una opción consolidada, especialmente en modelos híbridos que combinan presencialidad y teletrabajo. En Argentina, esta modalidad sigue en expansión, con un aumento del 7,8% al 8,5% de trabajadores que realizan sus tareas desde casa entre el primer y segundo trimestre de 2025, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.

En el ámbito empresarial, la consultora HuCap señala que el 80% de las compañías adoptan esquemas híbridos, mientras que solo un 1% opera completamente en remoto. Por su parte, Randstad indica que el 83% de los empleados argentinos trabaja presencialmente, aunque más de la mitad preferiría un formato híbrido, con dos días en casa y tres en la oficina. Este escenario refleja una transición hacia modelos más flexibles que buscan equilibrar productividad y calidad de vida.

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Uno de los beneficios más destacados del teletrabajo es el ahorro económico. Para las empresas, la reducción de personal en oficinas disminuye gastos en alquiler, servicios y equipamiento, y abre la posibilidad de contratar talento sin fronteras geográficas. Los empleados, en tanto, ahorran en transporte y alimentación fuera del hogar, además de recuperar tiempo que antes dedicaban a traslados. Sin embargo, también enfrentan costos adicionales en conectividad y adecuación del espacio laboral.

Especialistas advierten que la inversión en seguridad informática, capacitación y protocolos de comunicación es indispensable y suele ser asumida por las empresas para garantizar la calidad del trabajo remoto. En cuanto a la productividad, estudios nacionales e internacionales no muestran una reducción significativa. El IAE Business School reporta que más del 80% de los trabajadores no percibe una caída en su desempeño y que muchos no desean retornar a la presencialidad completa.

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Patricia Debeljuh, directora del Centro Conciliación Familia y Empresa del IAE, sostuvo: “Las empresas que no adopten esquemas híbridos enfrentarán más rotación; las que lo hagan, competirán por el mejor talento. La flexibilidad, basada en la confianza y el trabajo remoto, es hoy una ventaja estratégica”. Por su parte, Santiago Sena, profesor del IAE, señaló que “el trabajo remoto es un fenómeno multidimensional” que requiere políticas adaptadas a cada equipo y persona.

Datos de la consultora Deel refuerzan este panorama: dos tercios de los empleados reportan mayor productividad fuera de la oficina y el 87% de quienes trabajan en modalidad híbrida consideran que mantienen su rendimiento. Sin embargo, existe una brecha en la confianza entre empleados y gerentes, ya que solo el 34% de estos últimos tiene plena confianza en los resultados remotos.

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Para sostener el rendimiento, los expertos destacan seis factores clave que van más allá del ahorro de costos, asegurando que el teletrabajo sea sostenible y eficiente. A nivel regional, Buenos Aires aparece como una de las ciudades preferidas para el trabajo remoto, lo que evidencia la competencia global por talento y la necesidad de cumplir con estándares internacionales en desempeño e infraestructura.

No obstante, el teletrabajo presenta desafíos. Entre ellos, la posible segmentación interna, la disminución de la innovación espontánea y las desigualdades en conectividad y espacio en los hogares. También puede debilitar la cultura organizacional y requiere fortalecer la seguridad informática y el cumplimiento de normativas laborales. Alejandro Melamed, consultor en recursos humanos, advirtió sobre tensiones generadas en algunas empresas por el regreso presencial, donde quienes no aceptaban volver quedaron fuera.

Las experiencias de trabajadores resaltan la autonomía y el tiempo ganado, aunque reconocen que ciertas actividades colaborativas pierden eficacia sin encuentros presenciales. Directivos admiten la dificultad para confiar plenamente en el trabajo remoto debido a la falta de supervisión directa, lo que evidencia la necesidad de un nuevo contrato basado en confianza y claridad entre empleadores y empleados.

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