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Los hermanos Riveros, por primera vez cara a cara por un título

Luciano Riveros (Unión) y Juan Ignacio (Colón), llevan el fútbol en las venas. Ahora protagonizarán la final del Apertura de la Liga Sanjuanina, dividiendo a la familia pero uniendo una pasión.

POR REDACCIÓN

Hace 7 horas
Luciano Riveros (a la izquierda) defenderá a Unión, mientras que Juan Ignacio lo hará con Colón. (Foto: Sergio Leiva/ DIARIO HUARPE).

La Liga Sanjuanina de Fútbol se prepara para una final del Torneo Apertura cargada de emoción, no solo por lo deportivo, sino por un condimento especial que la hace única: el enfrentamiento entre dos hermanos, Juan Ignacio Riveros, de Colón Junior, y Luciano Riveros, de Unión. Este domingo 20, a las 16 horas, el Estadio San Juan del Bicentenario los encontrará como rivales por primera vez en una instancia decisiva, un cruce que tiene a toda la familia con el corazón dividido, pero, a la vez, explotando de orgullo.

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Los hermanos Riveros compartieron cancha en Sportivo Rivadavia. Foto: Gentileza.

En la previa, DIARIO HUARPE recibió a los protagonistas que tendrá la final en Primera División del Torneo Apertura. Luciano, de 21 años, llega a la final como una de las grandes figuras de Unión de Villa Krause (equipo que logró el pase directo a la final), con 13 goles que lo posicionan como candidato a ser el máximo goleador del torneo. "Estamos entrenando al 100%", aseguró el atacante, con la mente puesta en el partido. "Jugar con mi hermano en contra es algo lindo. Creo que los dos vamos a tratar de dar lo mejor para el club en el que jugamos y que cualquiera puede llevarse la victoria. Yo prefiero ganar, a mí me gusta ganar, pero que sea lo mejor para los dos", afirmó, dejando en claro su espíritu competitivo.

Luciano Riveros, con solo 21 años fue crucial para Unión de Villa Krause. Foto: Sergio Leiva/DIARIO HUARPE

Por su parte, Juan Ignacio Riveros, de 23 años y jugador de Colón (equipo que se encuentra en esta instancia por haber ganado los playoffs), vive la previa con la misma intensidad. "Vamos trabajando el partido día a día. El técnico ya empezó a preparar la final. Creo que el domingo pasado, después del partido con Peñarol, ya nos mentalizamos en eso, en preparar la final", explicó Juan Ignacio. Ambos coincidieron en que el Merengue y el Azul son justos merecedores de estar en esta final, al ser los equipos que más puntos sumaron en el torneo.

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Juan Ignacio Riveros, con 23 años, disfrutará de su primera final con Colón Junior. Foto: Sergio Leiva/ DIARIO HUARPE

Una historia ligada a la pelota y a la familia

El enfrentamiento en esta final es un hito para los Riveros. "Es la primera vez que nos enfrentamos en una final", contó Juan Ignacio. Si bien han compartido cancha como compañeros y también como adversarios en otros momentos de sus trayectorias, nunca fue con un trofeo en juego y el uno contra el otro.

La pasión por el fútbol para ambos viene desde la cuna. "De chiquitos, de mi parte, empecé en Rivadavia. Mi viejo nos empezó a llevar a los dos juntos para que no estemos separados", recordó Juan Ignacio. Aunque sus caminos se separaron en clubes como Trinidad, San Martín, entre otros, siempre estuvo la redonda de por medio y el apoyo familiar incondicional.

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En un momento fueron una dupla imparable. Foto: Gentileza

La familia Riveros, con dos hermanos más, Gonzalo (jugando en primera en Rivadavia) y el más chico en futsal, como también un padre que fue futbolista en Chimbas, respira fútbol. Ante el dilema de la final, la neutralidad parece ser la consigna. "Aun la familia no sabe para quién va a tirar, pero creo que siempre que ha ido a la cancha alentaba por los dos, siempre quieren que nos vaya bien a los dos", comentó Juan Ignacio. Y Luciano lo ratificó: "Mi familia lo vive al 100%, lo vive como el jugador. Hoy creo que todos quieren ir a la cancha, nadie se lo quiere perder". Aunque confesó que a su mamá "tira un poco más con el Juani", prevalece el deseo de que "los dos podamos crecer". La platea del Bicentenario será el punto de encuentro de la familia, buscando un lugar neutral para disfrutar del histórico encuentro.

Apuestas y ansiedades

Las típicas apuestas entre hermanos no podían faltar. Juan Ignacio ya tiene pensado su desafío: "Todavía no lo veo desde el domingo, así que apenas lo vea le largo por un asado". 

La ansiedad es notoria en ambos. "Quiero que ya llegue el domingo y que se juegue la final, estoy muy ansioso, nervioso también un poco, pero bueno, es la primera final que voy a jugar, así que la voy a tratar de vivir al 100", dijo Juan Ignacio, algo en lo que coincidió Luciano.

Sobre sus estilos de juego, los hermanos también tienen sus diferencias. "Luciano creo que tiene una potencia increíble, de 9, y capaz que yo tengo un poquito más de juego, pienso un poquito más con la pelota y él es más directo, como más goleador", analizó Juan Ignacio, que se definió como un "tipo medio enganche". Luciano, en tanto, asume su rol de delantero y no dudó en apurar a su hermano: "Taparlo y llenarle un poco la cabeza en el partido que se saque un poco y que no nos haga el gol".

Más allá de la competencia, el respeto y el cariño mutuo son evidentes. El delantero de Unión le dejó un mensaje al volante de Colón Junior: "Primero decirle que lo disfrute, que se la crea, que él es un buen jugador".

Ya se enfrentaron, pero nunca en una final. Foto: Gentileza

La final de la Liga Sanjuanina será un capítulo imborrable para los Riveros, un testimonio de que la pasión por el fútbol puede unir y, a la vez, generar la más dulce de las rivalidades.

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